Los Aficionados Prácticos cumplen su gran sueño en medio de una enorme expectación
Uno de los más destacados en el tentadero fue el antiguo ciclista Eladio Jiménez
El grupo de Aficionados Prácticos de Ciudad Rodrigo que todas las semanas lleva a cabo entrenamientos en el Pabellón Eladio Jiménez bajo las directrices de Juan Antonio Pérez Pinto y José Andrés Gonzalo vio cumplido en la tarde del Jueves de Casetas su gran sueño de poder actuar en el coso taurino de la Plaza Mayor, con el formato de tentadero, para mostrar a los mirobrigenses lo aprendido en esos entrenamientos.
Para este tentadero (bajo el paraguas de la Asociación Carnavaldeltoro.es), se habían reducido las dimensiones del ‘rectángulo mágico’ del coso, hasta la altura de la calle Madrid, llenándose por completo los tablaos situados en ese tramo, además de sumar unos cuantos espectadores el resto de tablaos, incluidos los de la parte sur del ágora (en este caso, las tablas superiores, desde las que se podía ver lo que estaba ocurriendo).
Esta cita taurina totalmente inusual en plena tarde del Jueves de Casetas (la anterior había sido en el año 2006, cuando se celebró allí la gran final del Bolsín Taurino con motivo de su 50º Aniversario), estuvo protagonizada por una parte del grupo de 34 aficionados prácticos (los que están más preparados), que se midieron a tres vacas, en un orden que se había establecido por sorteo.
En concreto, los protagonistas principales de la tarde fueron Adrián Pino, Miguel Ángel Moreno ‘Miguelino’, Bienve Sánchez, Óscar Marcos, Pedro Cuesta, Rodrigo Montero, Eladio Jiménez ‘Layi’ y Santiago García ‘Chago’, sumándose también de forma puntual Saray Gómez, Irene Bernal y Diego Borges. Todos los mencionados (que hicieron el paseíllo guiados por los sones de alumnos de la Escuela de Música) son de Ciudad Rodrigo salvo Miguel Ángel Moreno e Irene Bernal, que son de Saelices el Chico, y Diego Borges, que es de Lageosa (Portugal).
De todos ellos, causó una grata impresión la actuación sobre la arena del exciclista Eladio Jiménez en esta nueva ‘etapa’ de su vida. El sacerdote taurino Antonio Risueño se encargó de ir explicando los ingredientes del tentadero (por ejemplo quienes iban saliendo a la arena), mientras que el responsable de tocar el clarín fue Manuel Martín Santiago, quién también forma parte del grupo de Aficionados Prácticos, saliendo todos ellos muy satisfechos de esta histórica cita, que fue ampliamente aplaudida.