Gran corrida de Capea en Valdemorillo con un toro premiado con la vuelta al ruedo
Sebastián Castella cortó dos orejas a Vichanero, para el que se llegó a pedir el indulto
Los toros de El Capea derrocharon clase en cada embestida este sábado en Valdemorillo, ofreciendo un gran nivel en la primera corrida de toros del año. En medio de un festejo interesante, Sebastián Castella brilló con una faena elegante y pausada, perfectamente acompasada a la excepcional calidad de 'Vichanero', el toro de la tarde, para el que incluso se llegó a pedir el indulto.
Junto al diestro francés, Diego Ventura también salió a hombros tras firmar dos actuaciones de gran mérito. En cambio, Manzanares, que al igual que sus compañeros debutaba en Valdemorillo, no pudo acompañarles en la salida triunfal.
El capítulo de mayor interés de la función tuvo lugar en el segundo de la tarde, un toro de bellas hechuras, bajo, armónico y recogido de cara, que se desplazó con clase en el capote de Castella.
El torero francés se mostró templado desde el inicio, primero a la verónica y después con ajustadas chicuelinas. Su faena, marcada por la suavidad y la sutileza, mantuvo el ajuste y la entrega que le caracterizan, a la altura del toro con el hierro de Carmen Lorenzo. Tuvo el animal un ritmo extraordinario, embistiendo con nobleza y profundidad en la muleta del galo. Tras una labor completa y de gran duración, donde sobresalieron las tandas de naturales ejecutadas con trazo fino y la figura erguida, el público comenzó a pedir el indulto justo cuando Castella se disponía a entrar a matar. Sin embargo, el presidente no accedió a la petición. El francés dejó una estocada impecable, lo que le valió las dos orejas, mientras que el excepcional 'Vichanero' fue premiado con la vuelta al ruedo.
FICHA DEL FESTEJO:
Plaza de toros cubierta de Valdemorillo. Feria de San Blas y la Candelaria, segunda de abono. Festejo mixto. Lleno en los tendidos.
Toros de El Capea (primero y cuarto) para rejones y de Carmen Lorenzo para la lidia a pie. De excelente tranco y ritmo el primero; de excepcional clase el segundo; bravo y pronto el tercero; noble y de templado son el cuarto; manejable, de menos celo el quinto; se dejó el sexto.
El rejoneador Diego Ventura: oreja y oreja.
Sebastián Castella (lila y plata): dos orejas y oreja tras aviso.
José María Manzanares (marino y oro): silencio tras aviso y ovación.
Fuente: José Miguel Arruego / Cultoro
Fotografías: Luis Sánchez Olmedo / Cultoro
