Despedimos el 2024: adiós a un año agitado

Adiós 2024. Dejamos atrás un año que arrancó prácticamente como terminó el anterior. No se celebraron elecciones municipales ni generales, pero la crispación política ha continuado, incluso ha ido a más. El panorama político, sobre todo a nivel nacional, se ha mantenido muy agitado; los posibles casos de corrupción de las parejas del presidente del Gobierno o la presidenta de la comunidad de Madrid, entre otros, han provocado acusaciones falsas, desinformación e incluso bulos. Políticos, periodistas y jueces han contribuido a que el ciudadano de a pie no pueda discernir lo que es cierto de lo que no.

Un año agitado también en lo social. Salamanca, como en el anterior, ha vuelto a ser escenario de numerosas movilizaciones. Los tractores sustituyeron a los ganaderos en unas protestas que colapsaron capital y provincia; se han repetido las concentraciones pidiendo el fin de los ataques de Israel a Gaza, incluida una acampada de los estudiantes universitarios y, de nuevo, más concentraciones y manifestaciones reclamando mejoras en las conexiones ferroviarias, como la cuarta frecuencia del Alvia a Madrid, que por fin se recuperó en julio. La capital acogió de nuevo las manifestaciones del 8M y 25N, así como las numerosas marchas o concentraciones solidarias, que cada año se celebran en apoyo a distintos colectivos. También los profesionales de distintos sectores han salido a la calle a reclamar mejores derechos. Eso sí, no ha habido concentraciones tan agresivas como las producidas en 2023 contra la Ley de Amnistía o contra la sede del PSOE de Salamanca.

Agitación en el terreno político y social, aunque no tanto en Salamanca, pero mayor tranquilidad en lo económico, aunque relativamente. En 2024 hubo una cierta estabilidad económica, se ha moderado la inflación, sin embargo, el ciudadano de a pie ha seguido viendo como cada vez los precios de la cesta de la compra eran más caros y eso a pesar de la rebaja del IVA de los alimentos básicos.

En el terreno laboral, 2024 deja alguna buena noticia sobre el papel, entre ellas, la subida del salario mínimo interprofesional, aunque los sueldos en Salamanca en general siguen siendo muy bajos, y la posible reducción de la jornada, que se continúa negociando.

Otro gran problema que se ha agudizado más este año que termina es el de la vivienda: precios disparados, una alta demanda y una escasa oferta, sobre todo en el alquiler, que hace imposible que muchos ciudadanos puedan acceder a una vivienda digna.

En el plano internacional, ha continuado la guerra de Ucrania, incluso se ha dado un paso más y con cierto peligro de que el conflicto se haga internacional, si no lo es ya. La ofensiva de Israel sobre la franja de Gaza también ha seguido, con más de 45.000 muertos, la mayoría civiles; además se ha extendido por la zona, hasta Líbano y Siria, donde se ha producido la caída de Al Assad. En Estados Unidos ha vuelto Donald Trump y en Europa, las elecciones a la Eurocámara confirmaron el avance de la ultraderecha, sobre todo en varios países.

En 2024 ha habido récords preocupantes; ha sido el año más caluroso desde que se tienen registros. Por primera vez, la temperatura media global del aire ha superado los 1,5 °C respecto a los niveles preindustriales de 1850-1900, un umbral crítico que los científicos señalan como punto de inflexión para el cambio climático. También los mares y océanos han registrado el calentamiento más alto desde que hay registros. Las consecuencias han sido un aumento de las catástrofes naturales por todo el mundo, olas de calor letales, sequía, ciclones destructivos, inundaciones devastadoras... La DANA en el este y sureste de España provocó una tragedia en Valencia, con más de 200 fallecidos. Una gota fría que no ha sido la primera, pero sí una de las peores, con una mortalidad demasiado alta que se podría haber evitado con más preparación y alerta a la ciudadanía. El único aspecto positivo de esta catástrofe es la gran solidaridad que mostró el pueblo desde todos los rincones del país, incluido Salamanca.

En récords positivos, en clave local, Salamanca vuelve a batirlos en el número de turistas y eso pese a una Semana Santa pasada por agua en la que se suspendieron 9 profesiones.

También ha sido un año de dimisiones y de nuevas caras en la capital, como en el rectorado de la USAL, en la patronal Ceoe-Cepyme o en la Subdelegación del Gobierno.

En definitiva, 2024 podría decirse que ha sido un año, en general, continuista de 2023, política, social y económicamente, aunque en algunos casos la tendencia ha ido a mejor, pero en otros a peor, dejando algunos hechos y datos preocupantes.