Pitiegua acoge la representación 250 de 'Buscando a Nebrija'

De vuelta por La Armuña, la acogedora iglesia parroquial de San Miguel Arcángel de Pitiegua abrió sus puertas al montaje de Denis Rafter "Buscando a Nebrija", representado por el grupo de teatro "Lazarillo de Tormes", con el patrocinio del Área de Cultura de la Diputación de Salamanca y tras la petición del Ayuntamiento de la localidad.

Han sido muchos los agentes que se han implicado generosamente a lo largo de casi tres años para que este domingo 17 se hayan alcanzado las 250 representaciones de este exitoso montaje teatral.

Por todos es conocido que el Área de Cultura de la Diputación de Salamanca promovió esta obra de teatro para celebrar el Quinto Centenario de Nebrija con la intención de dar a conocer a este gran humanista de una forma lúdica pero elegante y, sobre todo, que pudiera ser ofrecido a todas las localidades de la provincia. Y así ha sido ya que, como en el caso de Pitiegua, el 95% de las actuaciones han tenido lugar en el medio rural salmantino.

A la generosidad del Área de Cultura de la Diputación hay que añadir la de las personas, en su mayoría, alcaldes, alcaldesas, concejales, agentes culturales o trabajadores de los ayuntamientos, que creyeron en el proyecto, lo solicitaron, lo difundieron y animaron a sus vecinos para que se acercaran a disfrutarlo. También se hicieron cargo de la logística.

Muchos han sido también los párrocos y encargados del mantenimiento de las iglesias rurales los que, de forma desinteresada y entusiasta, han acogido este montaje con el convencimiento de que era la única posibilidad, en la gran mayoría de los pueblos, de que sus habitantes pudieran disfrutar de un hecho cultural de esta envergadura.

Generoso ha sido, sin duda, la puesta en pie por parte de Denis Rafter de esta obra y que, teniendo conocimiento de quienes iban a ser sus destinatarios, no dudo en renunciar a los derechos de autoría para facilitar que su creación pudiera llegar a todas y todos.

Y el altruismo de los miembros del grupo de teatro “Lazarillo de Tormes” no ha tenido límites: al esfuerzo de producir y ensayar la obra teatral se han sumado los miles de kilómetros recorridos, las cargas y descargas, el montaje de escenografía para cada puesta en escena, el desparpajo, la entrega y entusiasmo que le han puesto en cada una de las actuaciones… Y todo esto de forma desinteresada, compensada, eso sí, por los aplausos y ovaciones recibidos por un público sorprendido, entregado y agradecido.

Gracias a esos miles de espectadoras y espectadores, toda esta generosidad ha tenido y sigue teniendo sentido.