Comprobaciones básicas para evitar daños imprevistos en tu coche

Los pequeños detalles en un coche pueden aportar un gran resultado en el día a día. Las comparaciones básicas ayudan a evitar averías imprevistas que pueden suponer un problema para salir a la carretera. Esta labor propia de mantenimiento permite detectar la necesidad de realizar una sustitución. Con la información adecuada e iniciativa propia, estas acciones facilitan una mayor vida útil, tanto de las piezas como del coche en sí. Estos pasos, además, garantizan una mayor seguridad para el conductor y los pasajeros.

Estado de los neumáticos y de las pastillas de freno

Con una moneda se puede medir el desgaste de la banda de rodadura, que es el mejor indicador para saber el estado actual de los neumáticos. El máximo desgaste que se puede asumir en las dos ranuras de cada rueda es de 1,6 milímetros. Por encima de este valor, hay que realizar una sustitución inmediata. Es importante recordar que un neumático en mal estado puede tener consecuencias dañinas.

Imagen cogida de recambioscoches.es

Las pastillas de freno son otra de las piezas que requieren de un trabajo frecuente de revisión. Existen varios síntomas muy significativos que indican un desgaste en este elemento. Un ruido extraño cuando se pisa el pedal del freno o un aumento en la distancia de frenado son ejemplos de qué algo está funcionando mal. El cambio del líquido de frenos cada dos años es una acción necesaria en esta labor. Otro de los aceites esenciales en un vehículo es el del motor. Si bien depende del modelo del coche, este líquido no puede mantenerse por encima de los 30.000 kilómetros realizados.

Batería, faros y otras piezas

El mantenimiento de la batería es también una acción que mejora la seguridad al volante. No tener ninguna conexión en marcha cuando el motor está apagado, solo utilizar la calefacción o el aire acondicionado cuando son absolutamente necesarios o pisar el embrague cuando se arranca el coche son algunas acciones que pueden emplearse para prolongar la vida útil de la batería.

Respecto a los faros, hay un sistema tradicional para saber su estado. Solo hay que colocarlos a 30 centímetros de una pared, encender las luces y colocar dos cintas horizontales y una vertical, en el medio. Si ésta se muestra inclinada es porque hay un problema con los faros y, por lo tanto, habría que sustituirlos.

El sistema de enfriamiento y el limpiaparabrisas son otras piezas importantes en el correcto funcionamiento de un coche. En el caso del primero, se pueden realizar algunos hábitos como comprobar que se activa y desactiva correctamente, verificar la velocidad y los giros, y revisar el termostato. Por otro lado, la situación del limpiaparabrisas es relativamente fácil de ser detectada. Si las escobillas tienen la goma rota o con algún daño, o no están rectas; entonces hay que realizar un cambio de la pieza. El ruido y la vibración son también indicadores de que el estado de esta pieza se ha deteriorado y que, por lo tanto, habría que sustituirla.