¿Horno industrial a gas o eléctrico? Los expertos nos ayudan a elegir

Con la ayuda de nuestros expertos de La Hostelera vamos a mostrarte cuál es el mejor horno para uso industrial y sus principales motivos. A la hora de equipar una cocina siempre surge la misma duda, ¿Qué es mejor, un horno industrial de gas o uno eléctrico? Y aquí te vamos a dar la respuesta. Así podrás ir directamente hacia el tipo de horno que mejor encaja con lo que buscas.

¿Qué horno es mejor para una cocina de hostelería?

Según los últimos estudios se ha demostrado que actualmente los hornos eléctricos son la mejor opción por la que se puede optar a la hora de comprar un horno para una cocina industrial o de hostelería. Eso se debe a que ofrecen muchos más beneficios que los hornos de gas, de aquí que sean los más recomendados. Aunque eso no significa que los hornos de gas sean una mala opción. Todo depende del uso que realmente se le vaya a dar.

Independientemente de la opción elegida, el éxito siempre se va a conseguir si se compran los hornos industriales en LaHostelera.com porque a través de esa empresa se puede conseguir la mejor relación calidad precio del mercado. Además, el catálogo de hornos entre los que elegir es muy grande, lo que significa que cada negocio podrá encontrar con facilidad el tipo de horno que mejor encaja con el uso que le va a dar.

Como nos comentan los profesionales de La Hostelera, no solo hay que mirar el tamaño, características y precio del horno industrial. Para certificar que realmente se va a realizar una buena compra también es importante mirar la marca. Un horno fabricado por una marca reputada no solo nos asegura una buena vida útil del electrodoméstico, también un buen servicio técnico.

¿Por qué los hornos industriales eléctricos son los más usados?

Ahora vamos a mostrarte un listado de ventajas de los hornos eléctricos frente a los de gas que te demostrarán que realmente son una buena opción para tu negocio de hostelería. Cuando los conozcas seguramente buscarás hornos eléctricos frente a los de gas.

1- Emisiones reducidas

Al usar un horno eléctrico, no se generan emisiones directas porque no hay combustión de combustibles fósiles. En cambio, los hornos de gas natural emiten gases de efecto invernadero y otros contaminantes, agravando la contaminación del aire y el cambio climático. Optar por el mismo disminuye significativamente tu huella de carbono y el impacto ambiental de tu producción.

2- Seguridad

La electricidad es una opción mucho más segura que el gas natural, ya que no presenta riesgos de llamas directas ni fugas de gas. Esto es particularmente importante en entornos que priorizan la seguridad, como instalaciones industriales y comerciales, donde cualquier incidente puede tener graves consecuencias.

3- Compatibilidad con energías renovables

El horno eléctrico puede ser fácilmente alimentado por fuentes de energía renovable como la eólica, solar o hidroeléctrica. A medida que la red de energías renovables se expande, los hornos eléctricos se vuelven aún más sostenibles. Por otro lado, la huella de carbono del gas natural sigue siendo alta debido a su dependencia de un combustible con alto contenido de carbono. Además, la infraestructura para la energía renovable está en constante crecimiento, haciendo que la opción eléctrica sea cada vez más viable y beneficiosa.

4- Eficiencia energética

En términos de eficiencia energética, los hornos eléctricos superan a los de gas natural. Son capaces de convertir una mayor parte de la energía consumida en calor útil, lo que no solo reduce el desperdicio de energía sino también los costos operativos. Esto es crucial para el desarrollo sostenible, ya que disminuye el uso de recursos naturales y contribuye a la reducción de la huella ecológica de la industria.

5- Ahorro a largo plazo

Aunque el costo inicial de un horno eléctrico puede ser más alto, los ahorros a largo plazo en operación y mantenimiento, junto con posibles incentivos y reembolsos por prácticas ecológicas, pueden resultar en significativos beneficios económicos a lo largo de la vida útil del horno. Los incentivos gubernamentales para la adopción de tecnologías limpias también pueden ayudar a mitigar el costo inicial, haciendo que la inversión sea más atractiva.

6- Espacio e instalación

Los hornos eléctricos suelen ser más compactos y fáciles de instalar, adaptándose mejor a procesos industriales existentes. Por el contrario, los hornos de gas natural requieren un sistema de suministro de combustible, lo cual puede ser costoso y complicado de instalar. Además, los hornos eléctricos pueden ser integrados de manera más flexible en instalaciones con restricciones de espacio, proporcionando una ventaja significativa en términos de diseño y planificación.

7- Menos mantenimiento

En general, los sistemas eléctricos son menos costosos de mantener que los de gas natural. Esto se traduce en menos reparaciones, menor tiempo de inactividad y menores costos asociados, promoviendo un proceso industrial más sostenible, rentable y fiable. La reducción en el mantenimiento también implica una mayor disponibilidad y eficiencia operativa, lo que puede resultar en una producción más consistente y de mayor calidad.

8- Cumplimiento legal

Las regulaciones ambientales se están volviendo más estrictas en muchas regiones, con límites de emisiones e impuestos al carbono. Utilizando hornos eléctricos, es más sencillo cumplir con estas normativas, evitando multas y acciones legales. Además, mantenerse al día con las normativas no solo evita sanciones, sino que también mejora la reputación de la empresa en términos de responsabilidad ambiental.

9- Precisión y seguimiento

Los hornos eléctricos ofrecen una regulación precisa de la temperatura y un calor uniforme. Esto es esencial para aplicaciones como el recocido y el templado, donde se necesita mantener una temperatura constante. Los hornos de gas natural, en comparación, tienden a ser menos precisos y pueden experimentar fluctuaciones de temperatura. Esta precisión mejorada puede conducir a productos de mayor calidad y reducir el desperdicio.

10- Avance tecnológico

El horno eléctrico no solo es eficiente y efectivo, sino que también ahorra energía y dinero a largo plazo. Eligiendo los mejores materiales aislantes y la densidad de potencia eléctrica adecuada, se puede extender la vida útil del horno y mejorar el retorno de la inversión. La integración de tecnologías avanzadas como el control inteligente y la automatización puede maximizar aún más la eficiencia y el rendimiento del sistema.