El baño de los campeones en la fuente de la Glorieta del Árbol Gordo suscitó una enorme expectación
La celebración del ascenso a 3ª Federación y del 1º título de Liga de la historia del Ciudad Rodrigo CF no acabó obviamente sobre el césped del Francisco Mateos, sino que tuvo su prolongación para empezar en la Glorieta del Árbol Gordo, con el clásico baño en su fuente. Hasta allí fueron poniendo rumbo todos los congregados en el campo, donde los jugadores tuvieron tiempo para reponer fuerzas con una pequeña merienda, para que hubiese alimentos en el estómago que hiciesen compañía a los líquidos de variada índole que habían empezado a correr.
Los jugadores hicieron el trayecto hasta la Glorieta del Árbol Gordo en el autobús de la felicidad de Tato Galerías, como ya ocurrió hace tres años en el anterior ascenso a 3ª, y como hicieron el año pasado los jugadores del Benjamín del Ciudad Rodrigo que consiguieron dos títulos de Liga, siendo toda una experiencia ese viaje a última hora de la tarde del domingo para los ‘novatos’ de la plantilla y el cuerpo técnico del Ciudad Rodrigo.
Mientras ese viaje estaba en marcha, en la fuente de la Glorieta del Árbol Gordo comenzaron los baños –algunos voluntarios, otros no- por parte de varios niños y jóvenes, la gran mayoría de la cantera del propio Ciudad Rodrigo CF (a quienes también hizo cantar mientras el bus hacía acto de presencia el concejal de Deportes, Víctor Gómez).
A la llegada del autobús a la Glorieta del Árbol Gordo (cortada al tráfico por parte de la Policía Local) todos los que viajaban en su interior fueron bajando uno a uno mientras iban siendo presentados, y a la par, vitoreados por los varios cientos de personas allí congregadas. Una vez todos fueron presentados, rodearon la fuente, para proceder acto seguido a meterse en ella, subiéndose a lo más alto Javi Moríñigo para enganchar una enorme bandera del Ciudad Rodrigo, que quedó allí tras la fiesta.
Tras el primer gran chapuzón (hubo algunos más a posteriori), se produjeron una serie de parlamentos, entre otros del presidente del Ciudad Rodrigo, Paco Benito (quién recordó cómo se ha logrado remontar la crítica situación económica que tuvo el Club, y que los jugadores no cobran nada); del alcalde Marcos Iglesias, a quién quisieron tirar al agua, ‘delegando’ el puesto en la fuente al concejal de Deportes, Víctor Gómez -que también cogió el micro-; el entrenador, Adrián Fraile; el director deportivo, Aris Marcos; o algunos jugadores como Farrés o Puyi.
Durante estos momentos de fiesta, hubo cánticos especiales por parte de los jugadores para su capitán, Maza, o para el lesionado de gravedad Adrián Gallego, que fue partícipe de toda la fiesta aunque evidentemente no pudo meterse en el agua. La plantilla se despidió de la Glorieta del Árbol Gordo dando una vuelta a la misma para aplaudir a todos los que habían acudido a acompañarles en la fiesta ‘pública’, tras la cual se inició la ‘privada’.