Un rebaño de ovejas sobresale en los trabajados Monumentos de las iglesias mirobrigenses
La lluvia que cayó durante toda la tarde complicó la ronda de visitas por las iglesias
A lo largo de la tarde del Jueves Santo, las parroquias de Ciudad Rodrigo -así como las de toda la Diócesis Civitatense- celebraron la denominada Misa de la Cena del Señor, una de las más relevantes de todo el año para la Iglesia Católica. En el conjunto de la Diócesis, la cita principal fue la que tuvo lugar en la Catedral de Santa María, que este año fue presidida por el Obispo José Luis Retana (dentro de su rotación por sus dos Diócesis).
La Misa en la Catedral se ofició a las 18.00 horas, llevándose a cabo previamente las de la Residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados (a las 16.00 horas), Santa Marina, San Andrés y el Convento de las Madres Carmelitas (17.00 horas); de forma simultánea la de El Salvador, un poco después la de San Cristóbal (18.30 horas); y por último, las de San Pedro-San Isidoro y Nuestra Señora de Fátima (19.00 horas).
Finalizadas esas eucaristías, en cada uno de esos templos mencionados quedó expuesto el Santísimo Sacramento para que fuese contemplado en los emblemáticos Monumentos por todos aquellos fieles que quisieron, una tarea que fue más complicada de lo habitual debido a la lluvia que cayó durante la mayor parte de la tarde del Jueves Santo en Ciudad Rodrigo con diferentes grados de intensidad.
En lo que respecta a esos Monumentos, los hubo bastante elaborados, como los de la Iglesia de San Andrés, con una serie de siluetas de ovejas en la que aparecían los nombres de los niños asistentes a la Catequesis, o el de la Residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que lucía la leyenda ‘Gracias Señor’. Frente a esos Monumentos los fieles que quisieron rezaron, en algunos casos de forma colectiva como en la Catedral.
Los que se acercaron por la Seo pudieron contemplar los pasos de Semana Santa que ya están allí (menos de los habituales, al no haber sido llevados los del Paso a la Agonía de la Cofradía de Jesús Nazareno). Eso sí, en cuanto cayó la noche, esa contemplación se produjo ‘a oscuras’, repitiéndose así en el interior lo que ocurría en el exterior, ya que la iluminación artística del templo principal de la Diócesis –al igual que de Cerralbo- no se encendió directamente al caer la noche, desluciendo aún más la tarde.
En la galería se pueden ver –en este orden- los Monumentos del Convento de las Carmelitas, San Andrés, El Salvador, la Residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, San Pedro-San Isidoro, la Catedral, Nuestra Señora de Fátima y San Cristóbal.