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Febrero, el mes de las “amendoeiras”
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DOURO (PORTUGAL)

Febrero, el mes de las “amendoeiras”

Actualizado 04/02/2024 14:00
Raquel Martín-Garay

De Barca d´Alva a la Terra Quente Trasmontana, se abre una panorámica en rosa y blanco sobre fondo negro

Como es sabido, donde hay viñas, hay almendros. Y olivos y otros frutales… Pero febrero anuncia la primavera desplegando una de las estampas más bellas en las pendientes del Duero en territorio portugués: los almendros en flor, que regresan cada año con la constancia de los ritmos vitales.

Este escenario surge en los valles profundos, atrapados entre escarpadas laderas, donde el negro esquisto pasa a segundo plano, dejando el protagonismo al color de unas humildes y pequeñas flores, entre el rosa y el blanco.

En pleno Parque Douro Internacional, podemos subir hasta el Alto da Sapinha, en Barca d´Alva; continuar por la aldea histórica de Castelo Rodrigo, con el manto de flores extendido a sus pies; atravesar la localidad de Almendra, donde la carretera se mezcla con el adoquinado de la villa y las ramas de los almendros, cargadas de flores, sobrepasan los muros de los jardines residenciales. Zigzaguear hasta la ermita de S. Gabriel permite admirar una vista de toda la región, desde la Serra da Marofa, hasta el Santuario de Nª Sª da Asunção, en Vila Flor.

Visitaremos las ruinas de la fortaleza de Castelo Melhor, para enfrentar la rudeza del paisaje duriense en Vila Nova de Foz Côa, y coger la carretera EN222 hacia São João da Pesqueira y adentrarnos en el corazón del Douro.

La carretera nacional 222 debería ser recorrida, al menos, una vez en la vida por los salmantinos de la otra orilla del Duero. Una vía donde no se puede conducir con prisa, curva contra curva, con sorpresa después de cada giro, con miradores improvisados y otros señalizados. Podemos elegir desviarnos temporalmente, para visitar la villa amurallada de Numão, y apreciar uno de los muchos puntos de vista de la región duriense, para acabar en Pinhão, a ras de río, contemplando la bonita azulejería de su estación de ferrocarril, es una interesante forma de cambiar de modalidad de transporte.

Podemos subir a bordo del Tren del Duero en Pinhão, hacia Peso da Régua y Oporto, o hacia Pocinho, cerca de las Arribes salmantinas, y mirar desde la ventanilla el marco rosado que se extiende desde la orilla hasta lo alto, divisando presas, atravesando puentes y túneles. De Pocinho a Régua el viaje dura una hora y media y el viaje completo hasta Oporto, unas tres horas y media.

El Vale do Tua es un regalo dentro del corazón del Duero. Se introduce, por su margen derecha, hacia el interior de la Terra Quente Trasmontana, entre Carrazeda de Ansiães, Alijó, Murça, Mirandela y Vila Flor, con un paisaje aún más abrupto, apenas domesticado por el embalse de Tua.

Abundan en esta región portuguesa sinuosas carreteras que nos llevan a puntos elevados, desde donde disfrutar siempre de un apabullante horizonte, que nos hace callar. Habitualmente, estos altos están dominados por una ermita, una capilla o un altar, como Nª Sª de Lourdes y S. Salvador do Mundo, impresionantes atalayas en São João da Pesqueira. Y desde ellos avistamos la desembocadura de alguno de los muchos afluentes del río ibérico, que aportan su personalidad al Douro, como el río Côa, el Sabor, el Pinhão, el Corgo, el Tua, el Távora o el río Torto.

Uno de los caminos de Santiago, el Camino de Torres, atraviesa de sureste a noroeste estas tierras, procedente de Salamanca.

Miradores no faltan desde que el Duero se adentra en Portugal, amplias panorámicas, algunas de 360º, que evidencian la belleza natural y la producida por la voluntad humana, cuando se entrega a la pasión agricultora con perseverancia. Las empinadas colinas cultivadas son un ejemplo de tesón y ambición. Los muros en piedra seca sostienen y, al mismo tiempo, sustentan, a vides y almendros.

Son incontables las localidades del Alto Douro, del Douro Superior y de Tras os Montes donde, en febrero, los almendros son protagonistas de un espectáculo de la máxima belleza, al que podemos asistir de forma gratuita. Muchas de ellas, celebran este acontecimiento con fiestas que trascurren desde mediados de febrero hasta primeros de marzo.