Instalado un radar ‘pedagógico’ en la Avenida de Salamanca
Se va a probar en varias zonas de la ciudad, y donde haya más incumplimientos, se pondrá uno ‘de verdad’ que multará
Los conductores mirobrigenses se vieron sobresaltados en la jornada del jueves al instalarse en plena Avenida de Salamanca de Ciudad Rodrigo (en dirección a la rotonda del Cruce) un radar permanente de velocidad, cuyas características exactas fueron desveladas en una rueda de prensa a primera hora de la mañana del viernes por el delegado de Movilidad del Ayuntamiento, Rubén Benito, y el Jefe de la Policía Local, Narciso Caridad.
La principal característica de este radar es que únicamente tiene una función pedagógica/educativa, es decir, alertar a los conductores de la velocidad a la que van circulando, con el objetivo de que la aminoren si es que sobrepasan el límite máximo permitido en la vía, que son 30 kilómetros por hora. Así, cuando el radar empieza a detectar el vehículo, se comienza a reflejar su velocidad en una pantalla (acompañada de una carita sonriente o triste dependiendo de si supera o no el límite), existiendo la posibilidad hasta que pasa por la pantalla en sí de que aparezca más veces su velocidad.
Según explicaron Rubén Benito y Narciso Caridad, hay “una vieja demanda” de instalación de radares (por ejemplo por parte de vecinos de la Avenida de Salamanca), y la colocación de este modelo pedagógico es el primer paso para la llegada de uno ‘de verdad’. En concreto, lo que se va a hacer es situar este radar pedagógico en varios puntos de la ciudad, para determinar en qué zona se producen más excesos de velocidad, y en la ‘ganadora’, se instalará un radar homologado que multará a todos aquellos que incumplan la velocidad máxima permitida.
Así, tras estar durante uno o dos meses en la Avenida de Salamanca (donde se quiere reducir la siniestralidad, de ahí que también se vayan a instalar ojos de gato en los pasos de peatones), se moverá a las avenidas de Béjar, España o Portugal. De igual modo, se quiere probar en el entorno de los centros escolares “para darles un plus de seguridad”.
La adquisición de este radar pedagógico ha costado 3.400€, apuntando Rubén Benito que se trata de un modelo que recoge bastante información, permitiendo sacar estadísticas por horas, tipo de vehículos, etc. Aunque sólo sea un radar pedagógico, Narciso Caridad resaltó que hay estudios en otros lugares de que con su colocación se logra que los conductores reduzcan la velocidad un 25%. De hecho, en el momento de estarlo colocando el jueves, “la gente se nos acercaba a pedirnos que lo pusiéramos en su barrio”.