Un universo dinámico conforma el Belén Natural de Sabugal

Al traspasar la entrada, accedemos a un túnel oscuro con techo vegetal, donde rápidamente hallamos un punto de luz al fondo, que da paso a un amplio pasillo en tierra batida, delimitado por grandes troncos, tras los cuales, a derecha e izquierda, se desenvuelve un ajetreo que parece familiar.

Esto es ‘Sabugal Presépio’, o lo que es lo mismo, el Belén Natural de Sabugal, una estructura vegetal al aire libre, que ocupa una superficie de unos 1.500 m², donde las figuras humanas y animales se muestran con un gran realismo, apareciendo siempre en movimiento, absortos en sus quehaceres diarios, acogiendo, sin darse cuenta, la presencia entre ellos del Niño Jesús.

Lo primero que nos encontramos es el poder civil y militar, con soldados romanos, la verja de la muralla y la tienda de los Reyes Magos, que se encaminan a Belén. Tras ellos, múltiples personajes y objetos para dar vida a un pueblo en su dinamismo cotidiano.

En Sabugal, concejo portugués rayano con el sudoeste de Salamanca, la consigna en Navidad es lo natural, la reutilización y que toda la decoración sea lo más sostenible posible. Es por eso que, como viene siendo habitual, para los adornos navideños se ha recurrido a restos vegetales recogidos en los bosques de la comarca. Con piñas, troncos huecos de castaño, ramas de roble u olivo, musgo o hiedras se compone el belén en el Largo da Fonte, pero también los Eco-Árboles que encontramos en la céntrica Rua 5 de octubre o en los escaparates de los comercios, elaborados también con botellas de plástico, tapones y todo tipo de material reciclado.

Realizada por colegios, centros de mayores y otras entidades, la ornamentación navideña acompaña hasta el centro histórico, situado en la parte más alta de la localidad, presidida el castillo.

Las dimensiones del Belén Natural de Sabugal le confieren un gran realismo. Con más de 500 toneladas procedentes de podas o ejemplares muertos, se crea una estructura donde se representan numerosas escenas bíblicas, con objetos y figuras a considerable escala, consiguiendo que el espectador se sienta parte de la historia, al pasear entre ovejas, gallinas, pastores, lavanderas, panaderas, pescadores o tejedores, atravesando un río y siguiendo una ruta que indefectiblemente lleva hasta el Portal.

Este soporte vegetal es guardado para ser reutilizado al año siguiente, añadiéndole elementos nuevos, por lo que el belén de Sabugal es cada Navidad más grande.

En la carpa situada entre el gran ‘Presépio’ y la pista de hielo, están colocadas las casetas del Mercadito de Navidad, con dulces como el Bolo Rei y el Bolo Rainha, licores, vinos, quesos de cabra y oveja o compotas, además de otros productos realizados a mano, como muñecos en croché. El mismo espacio es compartido por el escenario donde trascurren los conciertos de Navidad.

En el exterior, está la pista de patinaje ecológica. El Museo de Sabugal acoge una exposición de belenes realizados con materiales curiosos.

Desde su inauguración el pasado 8 de diciembre y hasta el 7 de enero, en Sabugal habrá momentos musicales, animación callejera, talleres para niños y también paseos en burro y en calesa, con apertura cada tarde, y los fines de semana y festivos durante todo el día.

Varias zonas de estacionamiento rodean el espacio de animación navideña de Sabugal.

‘Presépio’

El término ‘presépio’ viene del latín praesepe, que significa pesebre, establo, corral, pero también la representación física del nacimiento de Jesucristo en la ciudad de Belén.

Se dice que fue San Francisco de Asís quien montó el primer belén en una gruta, en Italia, en 1223, obteniendo una dispensa eclesiástica, pues en aquel entonces estaba prohibido realizar representaciones litúrgicas. El fin era facilitar la comprensión por parte del pueblo de lo que significa el nacimiento del Hijo de Dios.

Por eso, además de la localidad de los montes de Judea descrita en los evangelios, los belenes reflejan también la etnografía del lugar donde son armados.

Concejo de Sabugal

La Ruta de los 5 Castillos desafía a recorrer cinco localidades del concejo, fundamentales para su defensa en otro momento histórico: Alfaiates, Sortelha, Vilar Maior, Vila do Touro y el propio Sabugal, cuyo castillo de torre pentagonal es visitable hasta la azotea. Desde allí observaremos el curso del río Côa y la zona de recreo que deja su paseo fluvial.

Este río, cuya naciente se sitúa cerca de las localidades salamantinas de Navasfrías y Casillas de Flores, ejerció en su día de frontera natural entre los dos reinos ibéricos y baña, de sur a norte, este extenso concejo, formado por 30 parroquias, uno de los más grandes del país.

Situado entre las estribaciones surorientales de la Serra da Estrela, la Serra da Malcata y la frontera española, Sabugal linda con las subcomarcas salmantinas de Campo de Argañán y El Rebollar, en la comarca de Ciudad Rodrigo. En la totalidad del concejo viven cerca de doce mil personas, dos mil de ellas en su capital, Sabugal, que fue elevada a la categoría de ciudad en 2004.

Cuenta en su término con una Aldea Histórica de Portugal, Sortelha, a 13 kilómetros de la capital, que recientemente ha sido galardonada con el premio a Mejor Pueblo Turístico 2023 por la Organización Mundial del Turismo (OMT).

En Nochevieja, habrá animación especial en las mencionadas cinco villas medievales y en otras localidades del concejo, con fuegos artificiales y música.

Programa completo de actividades en documento adjunto.