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Abierto en su nueva ubicación el rastrillo solidario de Manos Unidas
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CIUDAD RODRIGO | SOLIDARIDAD

Abierto en su nueva ubicación el rastrillo solidario de Manos Unidas

Actualizado 28/11/2023 13:41
David Rodriguez

Funcionará hasta el viernes 8 de diciembre en horario de mañana y tarde

Como es tradición en las semanas previas a la Navidad, la Delegación Diocesana de Manos Unidas en Ciudad Rodrigo abrió las puertas en la mañana del martes de su tradicional rastrillo solidario, que este año tiene como gran novedad que estrena ubicación, la sala de exposiciones del Seminario Diocesano, a la que se puede llegar entrando desde la Plazuela de Herrasti por la misma puerta por la que se accede al Museo del Orinal.

En la primera mañana de apertura, el rastrillo ya tuvo unos cuantos visitantes, que hicieron las primeras compras entre los múltiples productos con los que se cuenta: decoración, ropa, calzado, juguetes, libros, peluches, puzles, paraguas, objetos de bisutería, imágenes religiosas, jabones, pequeños electrodomésticos, cuadros, productos de Comercio Justo, o los abanicos y pañuelos diseñados para Manos Unidas por Lorenzo Caprile. El rastrillo estará abierto hasta el viernes 8 de diciembre de 11.00 a 13.30 y de 17.30 a 19.00 horas, yendo a parar todo lo recaudado a los proyectos que está apoyando la Delegación en este 2023.

Por un lado, la reducción de la ceguera y las enfermedades oculares prevenibles o tratables en Meki, localidad de Etiopía, país con una de las mayores prevalencias de ceguera en el mundo (1,2 millones de personas), producto de la pobreza, malnutrición, falta de educación sanitaria y servicios sanitarios deficientes. El objetivo es abrir en Meki una clínica oftalmológica que trate de forma gratuita las patologías oftálmicas de niños y adultos, con cirugía para pacientes del sistema público. Se estima que al año se beneficiarán de este servicio unas 20.000 personas.

Y por otro lado, el fortalecimiento de la soberanía alimentaria de 593 personas pertenecientes a las familias indígenas de tres comunidades de Alta Verapaz (Guatemala), mediante la mejora de las actividades avícolas y su control sanitario, la formación para la transformación de hábitos de higiene, salud y nutrición, y la participación de las mujeres, hombres y jóvenes en la conservación y protección de los recursos naturales y el medio ambiente.