Los residentes habituales en Miróbriga y comarca cumplen con la tradición de acercarse a los camposantos

Los cementerios de toda la comarca mirobrigense han sido un año más punto de peregrinación a lo largo del Día de Todos los Santos, en el cual el cielo ha permanecido nublado durante la mayor parte de la jornada (después de que amaneciese descargando lluvia en un par de momentos puntuales, al menos en Ciudad Rodrigo), aunque se llegaron a ver algunos rayos de sol esporádicos (por ejemplo a última hora de la mañana).

Como este año el Día de Todos los Santos ha caído en el ecuador de la semana laborable, impidiendo la realización de puentes, apenas se han acercado a la comarca de Ciudad Rodrigo personas originarias de la misma que residen en la actualidad en otros lugares, de tal modo que la mayor parte de las visitas a los camposantos han correspondido a actuales residentes en sus localidades.

Dentro de esta señalada jornada de recuerdo, numerosos visitantes a los camposantos acudieron con flores, si es que no las habían llevado en días precedentes (el Cementerio de Ciudad Rodrigo no ha cerrado a mediodía desde el día 14 para facilitar las visitas, pero las lluvias de estas semanas han retrasado en buena medida las visitas previas habituales). Como es costumbre, varias familias permanecieron durante toda la jornada del Día de Todos los Santos en el cementerio mirobrigense recordando a sus difuntos.

También en lo que respecta a Miróbriga, desde primera hora de la mañana del miércoles estuvo prohibido tanto el aparcamiento como la circulación de vehículos a las puertas del camposanto. Así, volvieron a estar especialmente concurridas la calle Ernesto Sánchez-Villares (la que baja hasta el Centro de Salud y Especialidades) y su conexión con el Camino del Cementerio, donde se encontraba aparcado a media mañana un vehículo de la Policía Local.