Vuelve en romería a su ermita El Cristo de La Laguna
Tras haber sido venerado desde el pasado sábado en la parroquia de La Purísima por cientos de aldehuelenses
El corazón del Campo Charro está de fiesta; es un sentimiento especial incluso para el que no es de la zona, pero el entorno, la propia Laguna del Cristo que recibe al visitante procedente de la capital charra unos metros antes de su Ermita, bien sea por la vigilancia desde lo alto que tienen sobre el terreno tanto el Cristo como la Virgen de la Peña de Francia, plasma al lugareño y visitante con esa huella que cuesta moldear en estas líneas.
EL pasado sábado día 9 de septiembre los aldehuelenses trasladaron desde la Ermita hasta la parroquia de La Purísima de Aldehuela de Yeltes la imagen del Cristo Crucificado, a la que han venerado durante estos días de preludio a la jornada festiva.
Tras cuatros días de reverenciado la imagen barroca tallada en el siglo XVIII, fue devuelta en romería hasta su lugar natural. Numerosos cofrades, lugareños, oriundos y forasteros acompañaron al Cristo a pie y acaballo recorriendo los cerca de dos kilómetros que separan el pueblo de la Ermita. Mientras tanto el Crucificado era empujado en una plataforma por un vehículo al volante del propio alcalde de la localidad.
Arriba en la ermita, esperaba un buen grupo de devotos al Cristo de La laguna, que decidieron recibir la imagen in situ, bien por ser ya mayores y no poder andar y otros porque la hora se les echó encima para acompañar a la comitiva desde el poblado.
La ceremonia religiosa estuvo oficiada por los sacerdotes con cargo in solidum del Arciprestazgo de Yeltes Juan Carlos Sánchez y Fernando Tendero.
Tras el panegírico, la imagen salió en una efímera procesión alrededor de su Ermita dando paso al ofertorio a las puertas del santuario.
La tarde continuó con una serie de actividades lúdicas y homenaje a los mayores de la zona terminando con un concurso de baile.
El gran protagonismo festivo taurino llegará el viernes y el sábado al mediodía, donde caballistas expertos harán una demostración de encierro a caballo con reses bravas traídas desde el campo. Un espectáculo que no suele fallar ya que los jinetes de la zona tienen por rutina diaria este tipo de actividad.
Las tardes del 15 y 16 de septiembre las vaquillas y novillos serán los protagonistas al soltarlos por las calles del pueblo con las cuales el público se divertirá de lo lindo. Momento en el cual los más bizarros del lugar tendrán la oportunidad de demostrar sus habilidades taurinas y valentía.
La noche del viernes estará dedicada a los amantes del disfraz, mientras el sábado en la tarde los niños tendrán la misma oportunidad con el aliciente de tener una ciudad de hinchables para pasarlo de lo lindo.
Llegado el domingo, una comida popular pondrá fin a las fiestas con un seguro buena sabor de boca.