Un vecino de Valdesangil prepara una campaña contra la despoblación

La situación que se vive en los entornos rurales está siendo noticia en los últimos años. A pesar del leve auge que supuso la pandemia y el impulso del teletrabajo, la realidad es que los municipios pequeños ven como mengua cada año que pasa, el número de vecinos que habitan en sus calles. Ese descenso de población viene acompañado por la eliminación o reducción de servicios básicos como los consultorios médicos, que dificultan aún más el futuro de estos entornos rurales.

Siguiendo el conocido dicho “si la montaña no va a Mahoma…”, José Sánchez, un vecino de Valdesangil, pedanía cercana a Béjar, se ha lanzado a poner en marcha una campaña para llamar la atención de la situación que sucede en estos entornos “despoblados, yo no lo llamo la España Vaciada, sino despoblada, porque las cosas se vacían, pero las personas no” nos dice José.

Todo surge tras ver como otro municipio de la provincia charra (Villaflores) aparecía en los medios de comunicación tras instalar un llamativo cartel a la entrada del municipio en el que piden a los conductores que respeten los límites de velocidad y circulen con precaución “porque no sobran vecinos”, a la vez que les da la bienvenida a un municipio que forma parte de la “España vaciada”. Sin embargo, José aspira a ir mucho más allá de poner un cartel similar, algo en lo que ya está trabajando: “Me he puesto en contacto con el alcalde pedáneo, Alejandro Romero y con el alcalde de Béjar, Luis Francisco Martín y les comenté las carencias que tenemos”.

José pone el foco en las infractucturas “la carretera de acceso al municipio necesita unas mejoras y una ampliación, que estamos a la espera de ver si la Diputación con la ayuda anunciada lo hace y no se limita a poner parches. Otro ejemplo, es el bar, que estuvo unos meses cerrado y en pueblos como Valdesangil es un punto de vida social y se podría transformar en un centro social” cuenta José.

A ello se unen los problemas como la limitación del consultorio médico o la antigua escuela que había en el municipio y que pasó al olvido: “Ahí me crie yo, ahora los pocos niños que quedan estudian en Béjar, la falta de trabajo también se nota y muchas casas están cerradas y quedan abandonadas... Valdesangil no debe ser sólo un pueblo de veraneantes, necesita vida todo el año”

Este vecino de la pedanía cree que los recursos naturales son una vía de salida, “tenemos una zona de escalada muy valorada en todo el mundo”, y la comunión con la localidad de Béjar, pueden servir para evitar la continua sangría poblacional, no sólo aquí “mi intención es que este movimiento se extienda por todo Castilla y León, porque en muchos municipios de la región tienen problemas similares” explica con orgullo José quien defiende que “hay que luchar por nuestra tierra y que aquí no existen ciudadanos ni de segunda ni de tercera”.