Las guitarras más afiladas cierran el Festival Internacional de Blues de Béjar
Tommy Castro deleitó con su velocidad y precisión en cada riff a los miles de personas que llenaron La Ancianita bejarana por segundo día consecutivo, mientras que este domingo toma el relevo Candelario con conciertos gratuitos.
Se apagaron las luces del escenario principal del Festival Internacional de Blues de Béjar en la plaza de toros, pero tardarán en dejar de resonar los acordes y la adrenalina que deparo a los aficionados a la música la segunda noche de actuaciones en el coso bejarano.
Las guitarras, riffs y solos más afilados y precisos tomaron fuerza desde el arranque de la noche con unos veteranos de este encuentro en Béjar, la Vargas Blues Band, que puso a punto al público para recibir a una reina del blues y del Soul, la artista californiana Tía Carrol, quien derrochó innumerables gotas de un talento innato que la mantienen, después de 30 años de carrera, como un referente musical mundial.
Pero la locura llegaría con Tommy Castro and The Painkillers, con una descarga de blues y rock & roll que electrizó cada rincón de La Ancianita, siendo foco de todas las miradas un Castro que exhibió toda su calidad artística encima del escenario. El cierre correspondió a los Cinelli Brothers, que echaron el telón a este escenario hasta el festival del próximo año. Además se hizo entrega de los premios La Alquitara, que han regresado en este 2023, para reconocer la labor de los organizadores de otros festivales de Blues españoles, hermanados con el que se desarrolla en Béjar.
Porque el festival en sí continua este domingo en Candelario, con conciertos gratuitos esta mañana en la Plaza del Solano, desde las 12:00 horas con Néstor Pardo y Still River y por la tarde en el Parque municipal, a las 16:00 horas con las actuaciones de Tchatchoua Justin Leukam system blues roots band y Kamikaze Helmets.
