Peligros de las estafas de phishing y cómo evitarlas

Considerada como una de las modalidades de estafa más frecuentes, el Phishing es tan simple que resulta realmente efectivo. Por ello es importante aprender cómo protegerse para evitar caer en las redes de la misma y terminar con alguno de los peligros de los que aquí hablaremos.

¿Qué el Phishing?

El phishing es un tipo de ciberataque el cual se basa en un solo concepto, el engaño. Y es que aquí lo que se busca es hacer que las personas caigan en un fraude para entregar su información por sí mismos.

Para ello, los ciberdelincuentes hacen uso de todo tipo de artimañas como lo son páginas web y URL fraudulentas, así como mensajes falsos e incluso ingeniería social para engañarte haciéndose pasar por una empresa, organización, etc. Si bien este no es un tipo de virus, sí es una forma común de hackeo.

¿Cómo funciona el Phishing?

Como ya te contamos, su funcionamiento es muy simple. Básicamente lo que hacen los hackers es enviarte un mail, por ejemplo, haciéndose pasar por un banco para crear un tono de miedo o pánico indicándote, en algunos casos, que tu cuenta ha sido vulnerada.

Junto con ese mensaje alarmante, se añade un enlace para que “supuestamente” liberes tu cuenta ingresando nuevamente tus datos. Aunque en realidad, lo que hacen es asustarte para que no te des cuenta e ingresas tus datos y contraseñas de acceso en páginas fraudulentas gestionadas por los hackers para así, robarte tus accesos.

Riesgos del Phishing

1) Robo de datos

Uno de los principales riesgos del Phishing es el robo de datos. De hecho, este es el principal objetivo de dicha forma de ciberataque, ya que los datos son una joya para los hackers y piratas cibernéticos.

Por ello es que uno de los principales riesgos es el robo de datos el cual puede ir desde el robo de correo y contraseña de tus redes sociales hasta el robo de información financiera o de archivos que resultan ser extremadamente delicados y confidenciales.

2) Suplantación de identidad

Consecuencia del punto anterior, encontramos que la suplantación de identidad representa un riesgo derivado del robo de datos. Un buen hacker, tras robar información como tu dirección IP y física, tu correo, contraseña, datos personales y hasta tu misma fotografía, puede crear un perfil digital que sea igual que tú, solo que falso.

La suplantación de identidad conlleva otros potenciales delitos como lo puede ser, por ejemplo, las estafas, acceder a tus plataformas, etc. Existen incluso casos en los que los hackers, robando la identidad, piden créditos, realizan compras o provocan otros delitos de los cuales, termina siendo responsable el que fue suplantado.

3) Fraudes

Por último, encontramos que el Phishing conlleva el riesgo de ser víctima de un fraude bancario. Imagina que, por ejemplo, los datos de tu banca en línea caen en manos de un hacker lo que podría derivar en que estos piratas cibernéticos vacíen todo el dinero que tienes en tus cuentas.

Junto a ello, también podemos encontrar el riesgo de que los hackers se hagan con tus datos de tarjetas de crédito lo cual puede derivar en compras y cargos no reconocidos. En pocas palabras, tenemos el riesgo de que termines perdiendo todo tu dinero o pagando algo que no gastaste.

¿Cómo protegerse del Phishing?

Una de las mejores formas de protegerse del phishing es aprender a reconocerlo. Por ejemplo, saber reconocer mensajes que solo son alarmistas, enlaces fraudulentos o emisores falsos es una buena forma de saber que ese es un caso de Phishing y así reduces los riesgos.

Otra buena forma es protegerse al navegar en internet. Para ello tenemos las VPN las cuales son cada vez más populares. Puedes mantener tu identidad a salvo con una VPN gratuita gracias al escudo que crean con internet. Así es, al conectarte tu a sus servidores y a su vez, la VPN a internet, se crea un escudo.

Esto hace que los hackers no puedan identificarte pues tu información como IP o nombre no estarán a la vista, estarán los datos de las VPN. Por si fuera poco, puedes cambiar tu ubicación a cualquier servidor de cualquier país.

Por último, hacer uso de elementos como las alertas de Phishing en tu correo electrónico o en tu antivirus es una buena idea. De esta forma podrás encontrar potenciales casos de Phishing que se te hayan pasado o que simplemente no hayas revisando tan a fondo como para mandarlos a la papelera de reciclaje.