Sin éxito en el segundo y último encierro a caballo de Gallegos de Argañán
Al igual que el día anterior un solo toro entró en la plaza siendo derrotado un caballista en pleno campo
Las esperanzas estaban puestas en el encierro a caballo del domingo en Gallegos de Argañán tras el fracaso del día anterior que tan solo un toro consiguió entrar en el pueblo. El público quedó de nuevo con ganas de ver toros entre los caballistas, pues de nuevo los jinetes tan sólo lograron meter un novillo de la ganadería de Collado de Yeltes con casi media hora de retraso.
En cambio, el espectáculo, aunque tan solo fuera con bueyes mansos y un astado bravo el público disfrutó del evento, aunque con cierto malestar por el poco espectáculo de este año.
Un susto se lo llevó uno de los caballistas cuando en pleno campo ya casi para entrar en el camino que lleva al casco urbano del poblado, resbaló el caballo y rodaron juntos equino y jinete, que quedó unos minutos tendido en el suelo recuperándose pronto y aliviando a la vez a sus compañeros que al público que estaba por allí cerca y que rápidamente corrió en su auxilio.
Por fortuna solo fue el golpe y magulladuras por el peso de la caballería terminando el recorrido a pie hasta una ambulancia para descartar algún mal mayor.
La tarde continuó con más eventos taurinos, tres novillos eran lidiados por alumnos de la escuela de tauromaquia de Salamanca, dando paso a una nueva capea de vaquillas y su posterior suelta por las calles del pueblo a modo desencierro.
La guinda final de las fiestas de Gallegos de Argañán la puso la discomóvil Samuray, con la que los galleguinos despidieron la romería del Cristo de la Exaltación hasta el año 2024.