Concluye de forma infructuosa la ‘búsqueda del asesino’ en el IES Tierra

Los IES Tierra de Ciudad Rodrigo y Fray Diego Tadeo pusieron punto y final en la mañana lectiva del miércoles a las Jornadas de Puertas Abiertas que han llevado a cabo desde el lunes para que los actuales alumnos de 6º de Educación Primaria conozcan los centros en los que deben iniciar el próximo curso 2023/2024 una nueva etapa en sus vidas (estas Jornadas se han complementado con reuniones por las tardes con los progenitores).

Esta sesión final de las Jornadas de Puertas Abiertas estuvo destinada a recibir a los ‘vecinos’ de cada centro: el IES Fray Diego Tadeo, a los alumnos del Colegio Miróbriga; y el IES Tierra de Ciudad Rodrigo, a los del Colegio San Francisco; en ambos casos en doble turno (cada visita ha durado alrededor de dos horas).

Como hemos explicado estos días, en el caso del IES Fray Diego Tadeo, la visita ha constado de una bienvenida por parte de la directora, Pepi Martín Choya; de un recorrido por los laboratorios de Física y Química y Ciencias Naturales, o el taller de Tecnología; de un juego final por el patio de la mano de los profesores de Educación Física en busca de pistas; y de un aperitivo final en la cafetería del centro.

Mientras, en lo que respecta al IES Tierra de Ciudad Rodrigo, tras la bienvenida en el hall por parte del Equipo Directivo, el recorrido para conocer las dependencias del centro lo han hecho en buena medida por su cuenta, en busca de pistas para resolver El Misterio del Tierra: qué profesor, en qué aula y con qué arma había cometido un asesinato. Durante los tres días de Puertas Abiertas, los distintos grupos han estado súpermotivados para intentar resolver el Misterio, tanto a la hora de encontrar esas pistas repartidos por grupos por el centro como en la puesta en común final en la Biblioteca.

Pese a las vueltas a la cabeza que le han dado (el último grupo en hacerlo, uno perteneciente al Colegio San Francisco), esta búsqueda del asesino ha sido bastante infructuosa, sin llegar ningún grupo a resolver el Misterio al completo, aunque el último al menos acertó con el arma empleada. De este modo, han sido sus profesores los que se han llevado el premio del cofre que se ponía en juego en cada ronda, que escondía una gran bolsa de chucherías y lápices de colores. Eso sí, estos profesores han sido benévolos y han acabado compartiendo el premio con los alumnos.