Plegarias y plañideras dan el último adiós al carnaval en el histórico entierro de la sardina
Cientos de personas han participado en este tradicional acto que despide los festejos en la ciudad
Entre lamentos, oraciones y no poca expectación, Peñaranda ha dicho adiós al Carnaval con la celebración del histórico ‘entierro de la sardina’, evento que congregaba a varios cientos de personas en el conjunto de las plazas de España y Constitución.
Las plañideras, que representaban a las viudas en el sepelio, fueron el gran cortejo que arropaba al ataúd, en un desfile presidido por el obispo, el cura y los sones festivos y castellanos de la Dulzaina Alborada.
Todos ellos procesionaban por las plazas, haciendo varias paradas para ofrecer divertidas plegarias al difunto, mientras las viudas lanzaban continuos gritos de tristeza por la perdida.
El momento de mayor intensidad llegaba frente al Templete de la Plaza de España, donde se realizaba la quema del ataúd, presidido por la imagen de la sardina, a lo que se añadía las gargantillas de San Blas que depositaban los vecinos entre las llamas, dando paso así a largas colas para recoger la tradicional tapa de sardina, acompañada por un vaso de refresco, con lo que finaliza de manera oficial el carnaval en la ciudad.