Bragança quiere ser Ciudad Creativa de la Unesco por su gastronomía

Amarante, Barcelos, Braga y Santa María da Feira son las cuatro ciudades de la región norte de Portugal que ya forman parte de la red de Ciudades Creativas de la Unesco en diferentes categorías. Ahora, la ciudad trasmontana de Bragança quiere ser la quinta de la región en conseguirlo, apoyándose en las singularidades de su cocina y en los productos endógenos del nordeste portugués.

Ser conscientes de aquello con lo que cuentan a nivel gastronómico y usar la imaginación para darse a valer son las coordenadas sobre las que se estructurará la candidatura de Bragança a Ciudad Creativa por la Unesco, afirmó Hernâni Dias, alcalde del municipio, durante la presentación de esta fase preparatoria, que tuvo lugar en el Auditorio Paulo Quintela de Bragança en la tarde de ayer viernes.

El cabrito negro de Montesinho, las truchas de los ríos Baceiro, Manzanas o Sabor, que bañan los bosques del concejo donde se cogen castañas y setas en otoño, el botillo como ingrediente de la cocina familiar de invierno, el cordero, la posta de ternera, el fumeiro y otros productos del porco Bísaro o la miel del Parque Natural de Montesinho (DOP desde 1994) son la base de una cocina que viene de lejos y que ha sufrido los cambios propios de toda costumbre que se mantiene viva.

La candidatura iría acompañada de otro proyecto: crear el Museo de la Gastronomía Trasmontana. El ayuntamiento del concejo aspira a que ambas iniciativas posicionen a Bragança para convertirse en la sede del Observatorio Europeo de la Gastronomía.

Animados por un orgullo de pertenencia y con el reconocimiento de la cocina trasmontana que ya gozan a nivel nacional, ligada a un concepto de ruralidad y autenticidad, la capital del nordeste se atreve a aspirar a lo más alto. Para ello, el punto de partida será “valorar siempre lo que tenemos”, afirmó Hernâni Dias.

Recordando los logros que el espíritu laborioso e innovador ha conseguido para la cocina de la región, como la primera estrella Michelin, que llegó de la mano de los hermanos Óscar y António Gonçalves (Restaurante G Pousada), el presidente de Bragança dijo que “queremos más profesionales con dinámicas diferentes, quien pueda aportar algo será siempre bienvenido”.

Por ello, al acto estaban invitados empresarios del ramo de la restauración, la hotelería, la pastelería u operadores turísticos. Además, contó con la participación del Turismo Porto y Norte, de cofradías gastronómicas y de representantes institucionales de aquellos municipios norteños que ya forman parte de esta red.

Inácio Ribeiro, vicepresidente de la entidad regional Turismo Porto y Norte, expuso datos que expresan el crecimiento de la economía proveniente del sector turístico en la región. Alrededor de un 20% más de ingresos en 2022, siendo España el país del que proceden la mayoría de los visitantes extranjeros (el 22%), seguido de Francia, Estados Unidos, Reino Unido y Brasil. Según el vicepresidente, la mayor parte de este aumento se debió a las comarcas interiores.

Inácio Ribeiro comentó que Portugal es un país donde las personas ya se desplazan por la comida. Aludió al bacalao y lo puso como ejemplo de la cocina portuguesa, por el cual se la reconoce en todo el mundo, aunque entre los portugueses el principal objeto de deseo, aquel que mueve a viajes gastronómicos, sea el tostón o la lamprea. Unos descubrimientos que acaban también por incidir en el aumento de las exportaciones de vino, según el vicepresidente del Turismo Porto y Norte.

El gastrónomo e investigador en Historia de la Alimentación, Virgílio Gomes, habló sobre las variables que caracterizan a la comida trasmontana. Afirmó que la cocina tradicional llega a serlo porque se practica, está viva, y recordó algunas recetas trasmontanas lamentablemente en desuso, como los bifes enrolados. Aludió a la influencia de los judíos sefardíes en la gastronomía de esta zona del noroeste peninsular y definió la cocina como “un proceso dinámico en evolución constante”.

Posteriormente, tuvo lugar una puesta en común de experiencias e ideas aportadas por representantes de los municipios de Barcelos, Braga y Santa María da Feira, ciudades del norte que ya forman parte de este club. La sesión fue clausurada por la secretaria de Estado de Desarrollo Regional, la brigantina Isabel Ferreira.

La Red de Ciudades Creativas fue creada por la Unesco en 2004 con el fin de fomentar la cooperación internacional entre localidades para que, apoyándose en la creatividad como factor estratégico, acometan un desarrollo sostenible, intercambiando ideas que fortalezcan sus industrias culturales. Actualmente, la red está formada por 295 ciudades de todo el mundo, de las cuales, 49 lo son en la modadalidad Gastronomía.

Municipios portugueses que actualmente forman parte de la Red de Ciudades Creativas de la Unesco:

Idanha-a-Nova, Cidade Criativa da Música (2015).

Óbidos, Cidade Criativa da Literatura (2015).

Amarante, Cidade Criativa da Música (2017).

Barcelos, Cidade Criativa do Artesanato e das Artes Populares (2017).

Braga, Cidade Criativa das Artes Digitais (2017).

Caldas da Rainha, Cidade Criativa do Artesanato e Artes Populares (2019).

Leiria, Cidade Criativa da Música (2019).

Covilhã, Cidade Criativa do Design (2021).

Santa Maria da Feira, Cidade Criativa da Gastronomia (2021).