Muere un bebé en el Hospital de Salamanca

Según ha confirmado la Junta de Castilla y León a SALAMANCA AL DÍA, un bebé ha fallecido este miércoles en el Hospital Universitario de Salamanca, donde estaba ingresado por una bronquiolitis.

Hace unas semanas contábamos que había una ola de bronquiolitis que afectaba también a los bebés salmantinos, debido a la la llegada del frío con la que florecen los virus respiratorios entre la población, tales como el Virus Respiratorio Sincitial (VRS).

De hecho, el 5 de diciembre, el director gerente del hospital, Luis Ángel González, expliaba que si la media de asistencia a niños en Urgencias es de 60 0 70 al día, es cifra había aumentado hasta "unos 110 ó 120".

Por su parte, el Jefe de Pediatría, el doctor Eduardo Consuegra, reconocía en SALAMANCA AL DÍA que "el pico de la bronquiolitis ocurre históricamente en la segunda semana de diciembre, esta epidemia viene siempre de sur a norte. Sin embargo, desde la aparición de la Covid 19, ha habido un cambio en el comportamiento de los virus”.

Síntomas ante los que estar alerta

“Lo más importante es tener en cuenta que este virus respiratorio a los adultos nos va a dar un catarro, pero poder ser muy grave en niños más pequeños, en especial en menores de tres meses o 2 años. Puede sufrir una enfermedad respiratoria de importancia", explicaba Consuegra.

Además, apuntaba que "los síntomas que hay que vigilar en especial es la respiración, ya que estos niños comienzan a respirar rápido y además con lo que llamamos trabajo respiratorio. Les miras y ves que las costillas se hunden, y a veces también se ven unos movimientos entre el tórax y el abdomen. Lo mismo pasa encima del esternón, se hunde cuando respiran y además los niños tienen aleteo nasal, las alas de la nariz se abren intentando buscar más aire. Esos son los signos muy importantes y cuando pasa eso hay que ver al niño y llevarle al pediatra o incluso, si tiene dificultad respiratoria, llevarle a urgencias es mejor”.

Formas de prevención

Finalmente aconsejaba que "a los niños muy pequeñitos no es momento de llevarlos a casa de alguien que tiene catarro, porque la posibilidad de que lo pillen es muy alta, hay que extremar las medidas de higiene”. Sin embargo, “es muy difícil controlar el contagio respiratorio”.