Quedan muchos pesados inasequibles sorteando el deliberado deterioro del ferrocarril.

Insisten desde Renfe, empresa pública de transporte ferroviario de viajeros y mercancías, en la falta de uso del tren en Salamanca. Blandido como principal motivo para no reponer todos los servicios ferroviarios de viajeros preexistentes, cuando la pandemia la postergamos cual amargo recuerdo velozmente olvidable. Tampoco eran muchos. No recuerdo a la Covid 19 como enfermedad de trenes, pero quizás también provocara bajas entre ellos. Aunque hoy informan de un nuevo servicio en noviembre con Valladolid. Una muy lenta recuperación, esperemos aceleren el ritmo de una vez.

La cosa es que al gobierno se le ha ocurrido, con buen criterio y menos organización, rebajar o convertir en gratuitos durante unos meses los servicios ferroviarios más utilizados. Los interesados se apuntan en la web de la empresa, mostrando precisamente el desapego salmantino por el tren. No tengo datos recientes, pero hace un mes de los 24.856 abonos adquiridos en Castilla y León para Media Distancia, 9.508 fueron salmantinos. Convertido ahora en una notable subida de viajeros. Cuantas más trabas ponen para utilizar el tren, Salamanca lo usa más, con apenas vías y servicios. Quizás tengan algún problema de percepción quienes se ocupan de esto en Renfe, fácilmente no cobran el salario mínimo.

Mientras, el ferrocarril “moderno” se asienta en un tramo extremeño, quizás con más fortuna que cuando lo inauguraron. Pero sus habitantes no dejan de pedir. Además de azuzar para acelerar la obra de un ferrocarril decente con Madrid, solo llevan unos 40 años esperando, piden reaperturas de otras líneas. Caso de la Vía de la Plata pasando por Salamanca. También más conexiones con otros territorios, e incluso dentro del suyo, sin olvidar las mercancías. Pedigüeños como otros.

^{Locomotora 101 BA portuguesa que remolcó al Sud-Expresso Lisboa (Salamanca)-Paris por sus tierras, mostrada como elemento conmemorativo de su centenario en 1987.}

En la Plataforma Salmantina en Defensa del Ferrocarril se exponía hace unos días la necesidad de reiterar la recuperación de servicios ferroviarios con Ciudad Rodrigo, e incluso con Portugal. Mientras, nuestros vecinos más allá del Duero y el Águeda presentaban las conclusiones del estudio para la reapertura del tramo entre Pocinho y Barca d’Alva, señalando su viabilidad y posible entrada en servicio en 2029. Encima se gastan dinero potencianmdo el denominado corredor del Duero desde Oporto hasta ¿Salamanca?. Por si no se han enterado, el Oeste español no tiene futuro en nuestro país. El INE lo confirmaba esta semana. Ciertamente de vez en cuando algún político a los mandos recuerda eso, y la despoblación, cual vulgar coletilla. Lo de cambiar de verdad ya es otra cosa, hay quien lleva 35 años fracasando pero reelegidos siempre para mantenerse en el gobierno. Otros, salvo alguna honrosa excepción, simplemente nos dejan de lado sin importar su color.

Aprovechar la actual, y cada vez más inevitable, crisis ambiental y energética para cambiar las cosas parece una quimera. En la política ferroviaria se mantiene el despilfarro de la Alta Velocidad solo entre Madrid y determinados extremos, junto al más absoluto abandono del ferrocarril vital para sobrevivir al oscuro futuro cada vez más cercano. Están bien las políticas de apoyo a los precios estimulando al transporte público colectivo, en especial el ferrocarril. Pero sin servicios ni líneas, el territorio se encogerá cada vez más, no hace falta el INE vaticinándolo ni un gatuno paraíso fiscal matritense para rematarlo.