“Hay un tapón que no deja pasar a nuevas generaciones”

José Manuel Hernández, geólogo por la USAL, encontró en Madrid su primera oportunidad laboral, después de buscarla en Salamanca infructuosamente. Como él, la mayoría de sus compañeros de carrera y amigos, que se reparten por la capital y otras zonas de España. Este año le sigue los pasos su hermano pequeño, Raúl Hernández, que va a estudiar un máster sobre Restauración de Ecosistemas en la Complutense de Madrid.

Ambos coinciden en que una de las trabas para acceder a un empleo en la provincia es la falta de experiencia, “un tapón que no deja pasar a nuevas generaciones” y creen que será más fácil sortear en Madrid, donde “hay más empresas y están más abiertas”. Raúl reconoce que quería salir de la ciudad para valerse por sí solo y conocer un lugar más grande, pero también tiene claro que, de cara al futuro, no quiere construir su vida allí.

Lamentan que un núcleo estudiantil como Salamanca no consiga retener, “no de facilidades”, a jóvenes de toda España que pasan en su Universidad al menos cuatro años de su vida. José Manuel lo ve especialmente cuando vuelve a la ciudad en vacaciones. “Lo que noto es envejecimiento. Cuando me acerco en épocas en las que no hay estudiantes, que es la juventud que puede haber, se nota ese decaimiento de la gente. A mí me hubiera gustado que en mi ciudad hubiera más gente joven y más empresas tanto públicas como privadas que se interesen por la gente de aquí”. Sobre todo porque se ha formado aquí y lamenta que tenga que ser fuera donde vaya a aportar su “granito de arena’’.