Robleda despide sus fiestas con una paella popular
Tras un fin de semana lleno de actividades festivas, una comida popular puso el broche final
Robleda ha estado inmersa durante tres días en un ambiente festivo cargado de actividades pensadas para todo tipo gustos y edades con motivo de la festividad de San Juan.
Jóvenes y mayores salieron a la calle para llenar de colorido y alegría las calles robledadanas, interrumpiendo así el silencio y la tranquilidad que durante el resto del año las caracteriza.
Cientos de oriundos y forasteros se acercaron hasta la localidad rebollana para disfrutar en compañía de familiares y amigos de unos días de confraternidad tras no poder hacerlo durante dos años consecutivos.
La alegría y ganas de fiesta se palpaban desde que el viernes pasado los quintos hicieron su entrada con el pino más alto de la historia (29,5m.de altura) para izarlo en la Plaza del Caño.
Capeas con vaquillas por el día y verbenas por la noche, sin olvidarse del panegírico de San Juan, que fue lo primero que hicieron los robledanos antes de comenzar el programa festivo, tuvo su final con una gran paella popular para todo aquel que quiso acudir.
El Pabellón Municipal adaptado para este tipo de eventos acogió a cientos de personas sirviendo de refugio para los fuertes rayos de sol, aunque la temperatura no correspondiera demasiado para la recién estrenada época estival.
La sala estuvo repleta de mesas ocupadas por grupos de familias, peñas y amigos que disfrutaron de una sobremesa agradable, haciendo ya planes para las fiestas de verano a mediados de agosto. Es decir, en un abrir y cerrar de ojos.