El trasvase del Tormes hacia Valladolid

Esta semana, el pleno de las Cortes autonómicas ha abordado un tema que afecta directamente a Salamanca, pero que ha pasado bastante desapercibido en nuestra provincia. Se trata del proyecto ‘Life Duero’, que busca desviar agua desde el río Tormes hacia el sur de Valladolid y norte de Ávila.

Esta cuestión salió a colación en el pleno, dado que el procurador de Unión del Pueblo Leonés, José Ramón García, intervino para pedir a la Junta de Castilla y León que deje de financiar dicho proyecto, en una petición que llevan reiterando desde UPL desde la presentación del proyecto hace 4 años.

En este aspecto, el procurador leonesista recordó al consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones que, al presentar ‘Life Duero’ en el año 2018, expuso que entre sus principales objetivos estaban recargar el acuífero de Medina del Campo y recuperar diversos humedales de Valladolid y Ávila, hecho que se lograría mediante un trasvase desde el río Tormes, tomando el agua desde el azud de Riolobos.

Sin embargo en su respuesta en el pleno de esta semana, Quiñones, conocido por ser un hombre íntegro que no miente nunca, vino a decir que lo de recargar el acuífero de Medina del Campo era poco menos que una broma que hizo la Confederación del Duero. ¡Cómo son estos chiquillos de la Confederación! Claro que él se habría apuntado a la broma, al afirmar en la presentación del proyecto que la recarga de dicho acuífero era uno de los objetivos. Pero con Quiñones ya se sabe, donde dije digo, digo Diego, como han comprobado esta semana también en León, al ver que el centro de control de transportes que les prometió Quiñones ha ido a parar a Boecillo (Valladolid).

En todo caso, volviendo a lo que nos ocupa, el trasvase de agua hacia Valladolid y Ávila se haría aprovechando los canales de regadío del sistema Armuña, que tienen su toma de agua en el azud de Riolobos, y que tienen como punto final Cantalapiedra, justo en la frontera con Castilla. En este caso, la Junta buscaría prolongarlos más allá del término cantalpetrense, de cara a poder canalizar el agua en dirección Medina del Campo y cumplir con los objetivos que se marcaron en el proyecto ‘Life Duero’ los financiadores del mismo, esto es, CHD, Junta y Diputación de Ávila.

Por otro lado, relacionado con este asunto, cabe apuntar que tanto la Confederación del Duero como el Ministerio de Transición Ecológica han reconocido que no haría falta recrecer el muro de la presa de Santa Teresa para poder abastecer el regadío del sistema Armuña. Unas afirmaciones que chocan con las que viene haciendo la Junta desde hace meses.

Y es que, desde la Junta de Castilla y León llevan meses pidiendo el recrecimiento de la presa de Santa Teresa, justificándolo ante los regantes salmantinos como una necesidad para que puedan tener agua en su regadío. Sin embargo, ante los datos de Confederación y Gobierno que ponen en evidencia que no sería necesario para el regadío salmantino, todo parece indicar que tras dicha petición de la Junta se esconde en realidad otro hecho: la necesidad de recrecer Santa Teresa para poder ejecutar el desvío de agua hacia el sur de Valladolid y norte de Ávila.

Entretanto, volviendo al debate acaecido en las Cortes esta semana, desde Unión del Pueblo Leonés se recordó a Quiñones que siguen esperando los informes y documentos técnicos que llevan pidiendo los leonesistas desde 2018, en los que pedían se analizasen las consecuencias que tendría en la provincia de Salamanca el trasvase desde el Tormes hacia Castilla.

Por lo pronto, desde UPL se ha advertido de algunas posibles consecuencias que el descenso del caudal del Tormes podría implicar después del trasvase a la altura de Riolobos, con más restricciones para el riego entre los regantes salmantinos, y la afección al nivel de embalsado de la presa de Almendra que abastece el consumo de agua del noroeste salmantino, al derivarse parte del caudal del Tormes hacia Valladolid y Ávila.

Por otro lado, en cuanto al posible recrecimiento de Santa Teresa, el aumento de la cota de agua podría implicar problemas para los secaderos de la industria chacinera de Guijuelo (al aumentar la humedad por una mayor cercanía del agua del embalse), quedando además bajo el agua vías de comunicación como parte de las carreteras Aldeavieja-Salvatierra y Cespedosa-Guijuelo, quedando sumergido también en este último caso el puente que cruza el Tormes.

Asimismo, el recrecimiento de Santa Teresa que pide la Junta desde hace meses podría implicar el anegamiento parcial o total de bienes culturales como el castillo y la muralla de Salvatierra de Tormes o el dolmen del Teriñuelo, desapareciendo bajo las aguas también el camping de Guijo de Ávila.

Por todo ello, por las posibles y graves consecuencias que podría tener sobre la provincia salmantina tanto el proyecto de desvío de agua de Salamanca a Valladolid, como el recrecimiento de Santa Teresa que dicho trasvase exigiría, lo más sensato sería que se diese carpetazo al proyecto ‘Life Duero’ y que los vecinos castellanos buscasen aprovechar mejor sus recursos hídricos, en vez de pretender mejorarlos a costa del desvío de los que tenemos en Salamanca.