"Los criterios de rentabilidad de los bancos para cerrar oficinas en el medio rural pueden aplicarlos en barrios con bajos niveles de renta"

"La incapacidad o dificultad de parte de la ciudadanía para el acceso y/o uso de servicios y productos financieros en el mercado, con el fin de satisfacer sus necesidades y mantener una vida socialmente normalizada, no es una preocupación novedosa. No obstante, recientemente, está tomando protagonismo la conciencia sobre un tipo de exclusión financiera, la geográfica o territorial, que implica la ausencia de servicios financieros accesibles a través de al menos una sucursal bancaria en un municipio o territorio concreto". Así se recoge en la resolución del Procurador del Común tras la actuación de ofico, y publicada este mes de mayo, en la que se ha dirigido a las Diputaciones provinciales de la Comunidad, para que "lleven a cabo las acciones necesarias para suplir la carencia de los servicios prestados por las entidades bancarias a través de sus oficinas y cajeros, teniendo como marco fundamental de referencia la atención de las personas más vulnerables ante la brecha digital existente, así como la eliminación de los obstáculos que se presentan en el ámbito rural para acceder a todo tipo de servicios".

Asimismo, se ha pedido a las Diputaciones Provinciales de la Comunidad que fijen un espacio de encuentro que les permita poner en común las medidas desarrolladas por cada una de ellas para hacer frente a la carencia de servicios financieros en las zonas menos pobladas; compartir y valorar las experiencias obtenidas en cuanto a la mayor eficacia de unas u otras medidas y sus ventajas e inconvenientes; y explorar la posibilidad de que, a través de una actuación conjunta de dichas Administraciones, se puedan adoptar las medidas que resulten ser las más eficaces y económicas a los efectos de alcanzar los objetivos perseguidos.

La exclusión financiera afecta de manera particular al medio rural, y en especial a las personas de mayor edad, las cuales tienen dificultades o les es imposible desplazarse a otras localidades por sí mismas, incluso para poder hacer las operaciones más habituales, como es el caso de retirar dinero en efectivo. A esas dificultades se une que, en muchos casos, además, esas personas pueden carecer de las habilidades digitales para operar de forma telemática e, incluso, de los medios electrónicos (ordenador, conexión a internet...). Además, tal y como alerta el Procurador del Común, los mismos criterios de rentabilidad que están aplicando los bancos para cerrar sucursales "pueden llevar a las entidades bancarias a dejar de prestar sus servicios presenciales en barrios con bajos niveles de renta o barrios marginales".