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Profesionales del territorio diocesano explican su vida como ejemplo de futuro en el lugar
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CIUDAD RODRIGO | SEMINARIO

Profesionales del territorio diocesano explican su vida como ejemplo de futuro en el lugar

Actualizado 24/04/2022 19:54
David Rodriguez

La jornada organizada por la Pastoral Familiar contó también con la intervención de Miguel Garrigós y Noemí Saiz

El Seminario Diocesano San Cayetano fue escenario a lo largo del sábado de la jornada denominada Mirando al futuro en familia promovida por la Delegación de Pastoral Familiar de la Diócesis de Ciudad Rodrigo con el objetivo de demostrar que existe futuro de vida en esta tierra. Para ello, se contó con la presencia de una veintena de profesionales que trabajan en el territorio diocesano, que relataron su trayectoria, explicando cómo se ganan la vida y cómo han llegado hasta ahí.

Según explicaron los delegados de Pastoral Familiar, Daniel Mielgo y Teresa Anciones, “hemos podido disfrutar de gente que se ha querido implicar pensando en el futuro de las familias, en el futuro de todas esas personas que de alguna manera quieren optar por quedarse en esta tierra, y de esos chicos y chicas que quieren descubrir su vocación profesional”, así como “algo más”, por lo que se contó con la colaboración de la Delegación de Vocaciones, la Pastoral Juvenil, y el apoyo del propio Seminario.

Como invitados especiales de la jornada estuvieron Miguel Garrigós, director del secretariado de la Subcomisión de Familia de la Conferencia Episcopal Española, quién habló sobre cómo acompañar a los hijos en la toma de decisiones; y Noemí Saiz, madre y autora de las novelas para preadolescentes A fuego lento 1 y 2, que presentó estos libros, además de hablar de los hijos y de las preocupaciones que afectan a éstos y a sus progenitores. Asimismo, la jornada incluyó juegos y talleres para niños, que junto a los jóvenes participantes organizaron un momento de oración en la capilla del Seminario Diocesano.

Esta jornada especial (se aprovechó la festividad del Día de Castilla y León para celebrarla) también tuvo una vertiente solidaria, ya que se vendieron raciones de paella con el objetivo de recaudar fondos para los damnificados por la invasión rusa de Ucrania (se les harán llegar a través de Cáritas Diocesana).