Barruecopardo vive con gran animación la Fiesta de la Matanza Tradicional
Fueron investidos como matanceros de honor, el diputado provincial de Cultura, David Mingo; los matadores de toros, José Ignacio Sánchez y Juan del Álamo; y la peña local Los Toreros Muertos
Decenas de personas se sumaron este lunes 6 de diciembre a la Fiesta de la Matanza Tradicional en la localidad de Barruecopardo, evento incluido en el calendario de matanzas promocionado por la Diputación de Salamanca y que se desarrolló en una mañana de temperaturas suaves y con el Sol haciéndose sitio entre las nubes.
La matanza tradicional de Barruecopardo tendría como protagonistas al gorrino, un cebón de 170 kilos de peso, y a los matanceros de honor, en esta ocasión el diputado provincial de Cultura, David Mingo; los matadores de toros, José Ignacio Sánchez, también director de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, y Juan del Álamo, además de la peña local Los Toreros Muertos. No pudo asistir como Matancero de Honor, el consejero delegado de Saloro en España, Agne Alhenius, por motivos profesionales.
La designación de los matanceros de honor fue el primero de los actos matanceros tras el 'paseíllo' de la comitiva desde el Ayuntamiento a la plaza Agustín Moro. Todos ellos, junto con el matarife de esta edición, Jesús Casado, recibían de manos del alcalde de Barruecopardo y diputado provincial de Deportes, Jesús María Ortiz, la medalla municipal como distinción de este nombramiento, una designación que todos aceptaron antes de brindar con vino o aguardiente por Barruecopardo.
Con los matanceros ya investidos, comenzaban las labores matanceras bajo los sones de la gaita y el tamboril y la animación de un actor contratado por la Diputación. Y mientras el matarife y el concejal Agustín Moro procedían al chamuscado del cerdo y su limpieza, al fondo de la plaza, los cocineros de Paellas David preparaban chichas, patatas meneás e hígado encebollado para dar de comer al público asistente.
En el despiece del cerdo también estaría como ayudante Pedro Alburquerque, mientras que un grupo de mujeres, de la Asociación de la localidad, procedían a la limpieza de patas y rabo junto a la hoguera de leña de encina. Poco a poco el cochino iba desapareciendo del tajo y el varal iba llenándose con sus carnes, así hasta que fueran colgadas las dos hojas de tocino. Comenzaba entonces un taller de elaboración de chorizos para los niños y una degustación de hígado encebollado como aperitivo antes de la comida, momento que llegaría tras la subasta de las distintas partes del cerdo.
Para la tarde estaba prevista la actuación del folclorista Gabriel Calvo y el encendido de la iluminación navideña.