Valoración para la detección precoz del deterioro cognitivo, intervención e investigación
'Edades', dirigido a personas desde 60 años, cuenta con un equipo de profesionales con amplia experiencia y conocimientos en el deterioro cognitivo
El proyecto 'Edades', que aúna investigación e intervención, está dirigido a personas desde 60 años para evaluar su memoria y detectar de forma precoz trastornos de memoria relacionados con la edad o deterioro cognitivo leve.
La valoración para una detección precoz del deterioro cognitivo leve y la intervención en los casos de deterioro cognitivo leve son, junto a la investigación, los pilares del proyecto 'Edades' impulsado por la Universidad de Salamanca y el Ayuntamiento y que ya cuenta con una andadura de diez meses. El equipo del proyecto está formado por profesionales con amplia experiencia y conocimientos en el deterioro cognitivo.
El objetivo es abordar estas enfermedades en sus fases iniciales, garantizando así una mayor calidad de vida de los pacientes. Para ello, lo primero que se realiza es una evaluación para detectar alteraciones de memoria o de otras funciones cognitivas. Si existen alteraciones, se realiza una evaluación más específica y detallada para determinar el grado del trastorno, las causas y las posibilidades de tratamiento, que en este tipo de enfermedades degenerativas es la combinación de tratamientos farmacológicos y no farmacológicos.
Intervención
El programa de intervención integral, dirigido a personas con deterioro cognitivo leve, comprende la estimulación cognitiva y las intervenciones que activan otras áreas de la persona como las actividades de la vida diaria, la participación social, la activación emocional, la in/formación sobre el funcionamiento/procesos cognitivos (metacognición); y factores intervinientes en el deterioro como el ejercicio físico, la nutrición, planificación, etc.
Los expertos en diagnóstico y en estimulación precoz desarrollan sus funciones en grupos de trabajo, con dos sesiones semanales por grupo de dos horas y media cada una, entre los lunes y los jueves, en las que se realizarán tareas que ayuden a ralentizar la demencia o incluso parar su avance.
Por otra parte, los viernes, los participantes llevarán a cabo otro tipo de actividades de tipo cultural y social, tales como visitas, viajes o conferencias, con lo que no solo se actúa sobre la memoria, sino también se estimulan las capacidades de interacción social.