Amor a cucharadas

Amamantaron hijos con sus senos, pezones que segregaron vida, contacto físico que enseñaba a amar, a relacionarse, a estrechar lazos, a mirarse a los ojos, a ser otro y a ser para otro, a fusionarse a través de ese cordón umbilical que no se ve pero que nos unió para siempre.

Después, a base de papilla y biberón, estuvimos amorosamente seguros en sus regazos, brazos de nube, manos de algodón, ojos en los ojos, alimentaron con sonidos en cada cucharada, con apodos, con canciones acunaron sueños y transmitieron tradiciones, las mismas nanas que nos cantaron y que tanto sentido tienen para nosotros, con las que tanto vimos mecer hasta adormecer a otros; depositaron la vida que nos dieron en cada reflejo de succión con que nacimos, en cada plato; amaron con la vista, arroparon con la mirada, mirada de copo suave que envuelve y protege y ama y cuida y venera el fruto del amor que somos?

Transmitimos nuestras frases, nuestro cariño, nuestros dichos, palabra por palabra lo que aprendimos de ese cuidado que veló por nosotros en cada cucharada de puré, en cada sorbo de zumo, en cada cortecita de pan, en cada trocito de fruta blanda cuando el diente aparece, cuando crece como una perla de alegría en las encías y nos hace un ser que puede sujetar su cabeza por sí mismo y tocar con sus manos, que se alcanza su propio pie y que esboza sonrisas al calor de los cálidos tonos de voz? Boca con una blanca perla que mueve los labios para devolver sonidos a nuestras palabras, labios que esbozan sonrisas y gorjean? Ajjjo? y otro ajjjo? mamamamama? papapapapa?. ruidos, chasquidos, sonidos guturales, carcajadas?

De pronto somos mano que protege un pequeño cuerpo sendente que se balancea, incipiente equilibrio?

Un brazo, otro brazo, el mundo de repente es todo suelo, gateo, mano que toca, cerebro que experimenta?

Un pie, otro pie, agarrarse, progresar, sentarse de pronto y volver a caminar, paso tras paso acercarse al mundo y coger y soltar y manipular y vivenciar y sortear, y acumular experiencias?

Canciones para dormir; cucharada a cucharada de amor se quita el miedo a la oscuridad.

Todo aquello que nos dieron nos hizo, con todo aquello fuimos haciendo a otros, abrazos llenos de alimento, de cariño, de ternura, de seguridad, de palabra, de silencio, de confianza, de compromiso, de vínculo que nunca desaparece?

Al final de sus vidas, nos queda la risa que nos transmitieron, la brisa de amor que nos envolvió, manta de caricias. Cuando el cuerpo se vence, cuando su piel se arruga, volvemos a iniciar otro camino, el de vuelta; nos hacemos sostén, paso a paso, para que no se pierda el equilibrio; somos alimento a cucharadas, puré a puré, batido a batido, depositamos vitaminas, proteínas para que el organismo siga siendo fuerte y se proteja, nos hacemos canción conocida, nana y melodía de abrazos, voz segura, tono envolvente que libra del peligro; somos retazos que hilvanan lo que queda, que unen los girones del recuerdo, somos lo que nunca habíamos sabido ser, retales de una vida que, cosidos con hebras de amor, completan los capítulos que faltan como agujeros; devenimos fuerza que apuntala los pasos de otros, conocedores de su felicidad la regalamos a trocitos rebuscando en nuestro recuerdo lo que puede ser más de ellos? Recomponemos el rompecabezas que queda de una vida para que su vida sea más fácil.

Nos volvemos, como ellos fueron, amor a cucharadas.