Presentado el libro en defensa de la Diócesis con duras críticas al Administrador Apostólico

Tal y como estaba previsto, en la mañana del miércoles tuvo lugar la presentación del libro que ha promovido el Centro de Estudios Mirobrigenses (CEM) en defensa de la Diócesis de Ciudad Rodrigo con la colaboración del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, de la Diputación de Salamanca, de la Asociación para el Desarrollo de la comarca de Ciudad Rodrigo (Adecocir), y de la Fundación de Castilla y León (adscrita a las Cortes de Castilla y León), así como de todos aquellos que aportan artículos, fotografías e ilustraciones de forma desinteresada.

Como publicamos hace unos días, se han recopilado en un volumen las reflexiones de personas muy variadas en torno a lo que han sido los dos últimos movimientos en defensa de la Diócesis (en 2002-2003 y 2021), y sobre la necesidad de que la Diócesis siga contando con un Obispo titular, exclusivo y residencial. El volumen lleva por título ¡Surge Civitas!, como el artículo del sacerdote Tomás Muñoz Porras que dio inicio allá por el mes de enero a la reivindicación, un movimiento "transversal", porque "coincide gente de muy diversa creencia, razón e ideología, a quienes une un sentimiento identitario de esta tierra", en palabras de José Ignacio Martín Benito, presidente del CEM.

Martín Benito centró su intervención en destacar las grandes "diferencias" entre las reivindicaciones de 2002-2003 y 2021, siendo una de ellas la difusión de las mismas, ya que ahora, "gracias a las redes sociales, a los medios digitales, a las televisiones, se nos ha escuchado fuera; la voz ha llegado al conjunto de España". En esta misma línea, anunció que serán enviados al Papa, al Nuncio y al presidente de la Conferencia Episcopal Española ejemplares del nuevo libro, que fue presentado en la Plazuela de Herrasti por estar "cargado de simbolismo", ya que está la Catedral, el Seminario, la Brecha, y enfrente, Portugal.

En la mayor difusión de la actual reivindicación también tiene que ver que ya dura más en el tiempo que la de 2002-2003. En concreto, la de hace casi dos décadas se inició cuando el sacerdote Nicolás Martín Matías comentó durante la Misa del Gallo del Día de Nochebuena que era posible que la Diócesis desapareciera, evocando el presidente del CEM que "fue el clero quién dio la voz de alarma, y el Ayuntamiento, el asociacionismo, se sumó al movimiento".

En este sentido, todos los estamentos del clero fueron parte "activa" de la reivindicación (que incluyó una recogida de firmas), comenzando por el que era por aquel entonces Administrador Apostólico de Ciudad Rodrigo, Julián López, tras haber sido nombrado Obispo de León. Desde el punto de vista de José Ignacio Martín Benito, "gracias a aquel movimiento se ablandó la conciencia a los que tenían que tomar la decisión, y la sensatez imperó".

Sin embargo, ahora, "salvo contadas excepciones" -y aunque fue un sacerdote el que dio la voz de alarma- el clero no está participando activamente en la reivindicación, centrándose el presidente del CEM en que "el Administrador Apostólico ha estado ausente, y ha prohibido que el clero se manifieste: ha secuestrado la palabra" (en referencia a la carta distribuida en enero por Jesús García Burillo en la que pedía que cesasen los movimientos reivindicativos),concluyendo que "ha prohibido rebelarse contra el Papa".

Pese a ello, hubo varios sacerdotes diocesanos presentes en el acto de la mañana del miércoles: el ya mencionado Tomás Muñoz Porras, Juan Carlos Sánchez, Ángel Olivera, Joaquín Galán y Carlos López Miguel. Junto a ellos, se pudieron ver a algunos colaboradores más del volumen (como los responsables de Civitas), o al Jefe del Servicio Territorial de Cultura de la Junta en Salamanca, Adolfo Domínguez.

Tras esas duras palabras de José Ignacio Martín Benito contra Jesús García Burillo, el alcalde Marcos Iglesias quiso ser algo más 'conciliador' en su intervención, subrayando que "esta causa no va contra nadie, va en nuestro favor", incidiendo en que "lo importante es que nuestra causa es justa (la Diócesis es patrimonio inmaterial de los mirobrigenses) y legítima" por la tradición, porque "la Diócesis es historia de la ciudad; son hermanas gemelas", de ahí que vea "lógico" que la Corporación Municipal "se moje: tenemos el deber moral y político de defender la Diócesis".

En este sentido, el acto contó con la presencia de los ediles Ramón Sastre, Laura Vicente, Jorge Labajo y Carmen Lorenzo, recordando Marcos Iglesias que además de PP y PSOE, Ciudadanos también aprobó la moción en defensa de la Diócesis en el Pleno del Ayuntamiento mirobrigense (que ya se ha aprobado en más de 40 municipios del territorio diocesano), incidiendo que "es normal que la población de Ciudad Rodrigo, católica o no, se movilice, porque va en contra del origen de la ciudad".

Durante su intervención, Marcos Iglesias quiso remarcar que "estamos aquí porque es un hecho cierto que la Diócesis está en peligro", con una fórmula de un mismo Obispo para Ciudad Rodrigo y Salamanca que sería como "una absorción, porque somos una Diócesis pequeña; no hay igualdad de condiciones". En este sentido, aludió a lo que dice el Código de Derecho Canónico, que obliga a los fieles "a defender lo que es positivo para la Diócesis, y no es bueno que el Obispo se aleje de Ciudad Rodrigo".