Procesión del Silencio, la más sentida por los vitigudinenses 

Después del domingo de Ramos, la procesión del Silencio marca la llegada a Vitigudino de la Semana Santa en su máxima expresión. Es a partir de la noche del Miércoles Santo cuando comienza el programa de procesiones más destacadas, apartado que inicia el Cristo de la Agonía con sus cofrades de capirote rojo y túnicas blancas.

La procesión del Silencio tal vez sea la más sentida por los vitigudinenses, al menos la más íntima y a la que los fieles acuden con verdadero sentimiento. Como su nombre indica, transcurre totalmente en silencio, solo roto por las oraciones del sacerdote en cada una de las paradas establecidas en el recorrido entre la ermita del cementerio y la iglesia parroquial.

Pero antes de cargar a hombros con el Cristo de la Agonía, los cofrades hacen su particular procesión de ida desde la iglesia a la ermita, recorrido que también discurre dentro del más absoluto silencio.

Pero es a partir de que el Cristo de la Agonía sale de la ermita del Camposanto cuando el silencio se vuelve imperturbable. Solo se escuchan los golpes del capataz sobre las andas para que los cofrades de San Nicolás de Bari suban a sus hombros la imagen y comiencen a 'bailarlo' camino de la iglesia.

A partir de ese momento únicamente se escucharán las oraciones del sacerdote bajo la tenue luz de las velas eléctricas de los cofrades alumbrando el recorrido, momento en el que parece atenuarse la luz de los farolillos que iluminan el Paso. A los cofrades del Cristo de la Agonía les acompañan el resto, poniendo color a la noche con sus túnicas.

Imágenes correspondientes a la procesión del Silencio de 2019.