Noche de altos vuelos antes y durante la segunda capea nocturna
El tramo previo a la capea contó con la actuación musical en el coso de la Charanga Manliao
La jornada taurina del Lunes de Carnaval concluyó ya atravesada la medianoche hacia el Martes con la segunda y última capea nocturna de este Carnaval, que en este caso estuvo protagonizada por dos toros de la ganadería de Don Julio García (ambos salieron en dos ocasiones), causando especial buena impresión el segundo que salió a la plaza.
Ante ese astado se vio posiblemente lo mejor de la noche: los tres saltos que realizaron otros tantos recortadores, uno de ellos con sello local, David Sousa (que hizo un salto del ángel). Hay que apuntar que el primero en saltar, el popular Use, resbaló al aterrizar, viviéndose un momento de tensión, pero por fortuna el toro ni siquiera mostró intenciones de ir a por él.
En ese aspecto, la capea fue de lo más tranquila, dejando apenas un par de sustos más, a uno de los maletillas, que le perdió la cara al toro, pero logró recuperarla, y a unos mozos que había subidos a una barrera, ya que el primer toro -en su segunda salida a la plaza- derrotó con fuerza hacia los que allí estaban, y casi engancha a alguno de ellos. Hay que apuntar que por la enfermería sólo pasó una persona durante el tramo de la capea: un joven de 28 años que presentaba una intoxicación etílica e ingesta de drogas, que pidió el alta voluntaria bajo su responsabilidad.
Esos saltos que hubo durante la capea fueron una 'continuación' de los otros 'altos vuelos' que hubo durante la noche, en concreto en los instantes previos al inicio de la capea, cuando al menos tres jóvenes fueron izados como si fueran un Cristo en procesión mientras la Charanga Manliao tocaba una marcha semanasantera a la hora de abandonar el ágora mirobrigense.
Como en estos últimos años, ésta Charanga fue la encargada de poner la animación a esta capea, aunque de una forma diferente, ya que no hubo pasacalles ni se quedaron a la capea en sí, lo que sí hacían cuando eran contratados por un amplísimo grupo de jóvenes. Este año, su actuación en los prolegómenos de la capea fue sufragada por el Ayuntamiento.
Justo antes de empezar la capea hubo un momento curioso: unos cuantos espectadores encendieron las linternas de sus teléfonos móviles, creándose un paisaje 'de concierto', que algunos aprovecharon para arrancarse a cantar nada más y nada menos que villancicos: Noche de Paz y Campana sobre Campana.