¿Y después del Ejército, qué?

La popularmente conocida como ley de tropa, que determina la 'jubilación' anticipada de aquellos miembros de los ejércitos que no hayan hecho carrera militar en la Guardia Civil, el cuerpo de suboficiales o la Policía, también contempla una serie de medidas para facilitar la inserción en el mercado laboral de esos militares que salen de las Fuerzas Armadas. Así tienen acceso a cursos de formación y convenios con empresas, ayuntamientos y policías locales, que reservan un porcentaje de plazas para estas personas merced a un acuerdo con la Federación Española de Municipios y Provincias rubricado el pasado mes de junio y del que se pueden beneficiar aquellos militares que ya hayan cumplido 35 años.

Los exmilitares pueden encontrar también su futuro laboral como examinadores de tráfico, al menos así lo anunció la Dirección General de Tráfico, que terminó seleccionando a 28 personas para esos puestos. El número se consideró insuficiente, eso sí, al conocerse que habían sido más de un centenar los antiguos militares que se habían interesado por este trabajo.

Otra de las alternativas que también valoran los Ministerios del Interior y Defensa es la de la incorporación de estos militares a la plantilla de Instituciones Penitenciarias. El plan contempla ofertar plazas exclusivas a militares profesionales que se encuentren en los últimos diez años de su compromiso de larga duración y para los reservistas de especial disponibilidad.

Desde la Subdirección general de Recursos Humanos de Instituciones Penitenciarias se valora como "muy favorable" para la Administración penitenciaria esta propuesta "de cara a incrementar el número de efectivos". Sin embargo aún está en fase embrionaria por lo que tardaría una larga temporada en materializarse dado que tendría que superar los trámites parlamentarios necesarios para consolidarse como alternativa.