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Salamanca impulsa el enoturismo con sus dos rutas del vino
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descubrir la provincia entre viñedos

Salamanca impulsa el enoturismo con sus dos rutas del vino

Actualizado 15/12/2019

El clima, los suelos y la pasión de productores y enólogos han contribuido a que Salamanca atesore dos tipos de vino con Denominación de Origen, de las Arribes del Duero y de la Sierra de Salamanca

La provincia de Salamanca se ha convertido en un importante atractivo del turismo enológico, un sector que desde la Diputación se viene impulsando en los últimos años tras la certificación de dos de las ocho rutas del vino que existen actualmente en Castilla y León. Rutas que agrupan a más de un centenar de bodegas, 33 ayuntamientos, así como establecimientos y empresas agroalimentarias

Y es que el clima, los suelos y la pasión de productores y enólogos han contribuido a que Salamanca atesore dos tipos de vino con Denominación de Origen, de las Arribes del Duero y de la Sierra de Salamanca. Caldos singulares, ideales para acompañar la gran variedad de platos tradicionales de esta tierra.

Por eso, si eres un gran amante del buen vino y disfrutas participando en catas y visitando bodegas, no puedes perderte esta interesante ruta de enoturismo por la provincia de Salamanca si decides pasar unos días en la zona.

Salamanca impulsa el enoturismo con sus dos rutas del vino   | Imagen 1La Ruta del Vino Arribes

Es un recorrido por una zona tan extensa como Arribes que abarca las provincias de Salamanca y Zamora y que invita a perderse en la naturaleza, a disfrutar de sus vinos y conocer su patrimonio cultural.

La comarca de Las Arribes del Duero presenta unas condiciones idóneas para el cultivo de la vid: clima mediterráneo en las laderas y valles, suelos graníticos y pizarrosos, un tanto arenosos. Sobre ellos se han mantenido cepas y uvas de marcado carácter, gracias a los cuidados de los productores locales.

Las variedades autóctonas, como la Juan García y la bruñal, o la bastardillo chico y la puesta en cruz, confieren a los vinos arribeños su singularidad. Las catorce bodegas inscritas en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen producen vinos tintos, rosados y blancos. En general, resultan equilibrados y bien estructurados.

Son vinos limpios y brillantes, con colores intensos que van del rojo guinda al púrpura en los tintos, pasando por el rojo fresa de los rosados y el pajizo verdoso en los blancos. Tienen un alto potencial aromático, apareciendo frutas del bosque, mermeladas, cueros y regalices sobre fondo mineral en los tintos y rosados. Por su parte, los rosados presentan frutas exóticas con aromas florales, cítricos y monte bajo. Se trata de caldos diferenciados, singulares y sorprendentes.

Ruta Sierra de Salamanca

La denominación vinícola Sierra de Salamanca está situada al sureste de la provincia, con una zona de producción de unos 500 km2. Es la última Denominación de Origen Protegida aprobada en España y una de las más pequeñas. En un territorio reducido se dan las mejores características para el cultivo de la vid: microclima mediterráneo, fuertes pendientes, suelos pizarrosos y graníticos?

La variedad principal de la zona es la rufete. Se trata de una variedad de uva tinta, autóctona, completamente adaptada al terreno. Cultivada en viñedos dispuestos en bancales sobre el río Alagón, da el carácter diferenciador a estos vinos de la DOP. Otras variedades a destacar son la garnacha tinta y el tempranillo, conocidas en la zona cómo calabrés y aragonés, respectivamente.

La DOP está formada por 8 bodegas y más de 70 viticultores, que siguiendo la larga tradición vitivinícola iniciada por los romanos, elaboran caldos ligados a la tierra: vinos frescos, distintos y elegantes.

Salamanca impulsa el enoturismo con sus dos rutas del vino   | Imagen 2Aula interpretativa del vino de Tierra del Vino y La Armuña en Parada de Rubiales

La Casa del Canónigo, edificio construido en el siglo XVIII con su bodega, alberga este moderno centro dedicado a la cultura del vino. El edificio fue levantado por orden de D. Pedro Lorenzo Ramos, canónigo de la Catedral de Oviedo y Maestrescuela de su Universidad, en la época en la que Parada llegó a convertirse en uno de los principales proveedores de vino para la capital.

El centro contiene paneles informativos y audiovisuales sobre la historia del vino y las bodegas tradiciones, además de una sala de catas totalmente equipada.

Museo del vino y de los destilados, en Villarino de los Aires

La visita se desarrolla en dos espacios, un museo y una bodega tradicional. El museo se localiza en una antigua destilería de aguardiente que conserva su maquinaria y dispone de paneles interpretativos y audiovisuales.

El recorrido se completa con la Bodega de Amable, construida en el siglo XVI y ampliada posteriormente. Se trata de una bodega privada de enorme interés etnográfico y arquitectónico, donde la cava es también el hogar de pequeños murciélagos.

Más información de interés en: rutadelvinoarribes.com / rutadelvinosierradefrancia.com

Fuente: salamancaemocion.es

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