Agradable velada en el Parador maridando la gastronomía del recinto con vinos de las Arribes

El Parador de Turismo de Ciudad Rodrigo vivió una noche de sábado de lo más especial con una cena en la que se maridó la gastronomía del propio recinto con algunos de los mejores vinos de la Denominación de Origen Arribes, cuya "frontera sur" llega hasta Villar de Ciervo y Villar de la Yegua, como explicó a los comensales el director técnico del Consejo Regulador de la D.O., Carlos Capilla Barreda.

Dentro de esa explicación inicial de la velada "en un lugar emblemático" como es Ciudad Rodrigo y su Parador, Carlos Capilla habló sobre la Denominación de Origen, las sinergias que se han creado de sus vinos con los productos de la tierra (ese fue el eje del menú que se degustó), y los proyectos con los que cuentan.

Asimismo, dio una breve lección sobre las claves de los vinos de la D.O. Arribes: el suelo, el clima (resaltó que, en su caso, "la climatología no suele afectar al volumen de producción ni a la calidad") y las variedades de uva con las que trabajan, Juan García y Bruñal, que son "originarias de las Arribes", subrayando que "sólo se elaboran vinos con estas uvas en la Denominación de Origen Arribes".

El menú de la velada se abrió con Croquetas de farinato mirobrigense y Trucha escabechada del río Tormes con verduritas de la huerta de San Giraldo, acompañados de vino sin blanca tinto roble de la bodega El Hato y El Garabato. Como entrante, hubo una Ensalada de Carpaccio de presa ibérica con queso añejo de Sanjuanejo, con el vino Winner Premium tinto crianza de la bodega Viña romana.

El plato principal del menú fueron Carrilleras guisadas de ternera morucha en vino de Arribes, junto a Quinta las velas tinto crianza Bruñal de la bodega Quinta las velas; rematándose como postre con un Pastel de queso de Pereña acompañado de vino Arribes de Vettonia tinto reserva de Arribes del Duero. Como se puede ver en las imágenes, el salón del Parador donde se desarrolló el evento se llenó por completo.