Los mirobrigenses rinden tributo a sus difuntos paraguas en mano

El estado del cielo está siendo este viernes 1 de noviembre el principal condicionante de las miles de visitas que se están sucediendo por parte de mirobrigenses y comarcarnos, tanto residentes en la zona como regresados de sus actuales lugares de residencia, a los camposantos para cumplir con la tradición de rendir tributo a los difuntos en el Día de Todos los Santos.

A lo largo de la mañana del viernes, el cielo estuvo nublado prácticamente en todo momento (salvo alguna efímera salida del sol), llegando a descargar agua en varios momentos con diferente intensidad. Eso provocó que muchos de los que acudieron hasta los cementerios lo hicieran paraguas en mano para evitar sorpresas indeseadas.

De igual modo, la inestabilidad hizo que las visitas a las tumbas y nichos de los seres queridos fueran algo más cortas de lo habitual, salvo especialmente para unas cuantas familias de etnia gitana, que como es tradición rinden un tributo completo a sus seres queridos en esta jornada de Todos los Santos permaneciendo prácticamente todo el día en el Cementerio de Ciudad Rodrigo.

Como marca la tradición, bastantes de esos visitantes acudieron hasta los camposantos con flores, aunque muchos ya las habían ido colocando a lo largo de los últimos días y semanas. Para los más rezagados, a las puertas del Cementerio mirobrigense hubo en la mañana del viernes un puesto de venta de flores, que ya se habían prácticamente agotado a última hora.

Como es habitual, y más aún estando el cielo inestable, muchos de los visitantes del Cementerio mirobrigense acudieron hasta allí en coche, lo que hizo que hubiera una notable circulación por la zona, aunque los vehículos no pudieron alcanzar las puertas del Cementerio, donde por cierto esta misma semana se ha echado tierra para cubrir los baches que allí hay. Para supervisar que no hubiera problemas con los vehículos, durante buena parte de la mañana estuvo en el lugar una patrulla de la Policía Local.