La protección de marca, importancia y pasos a dar en España
Si la empresa no registra la marca con la que trabaja y se está haciendo un hueco en el mercado, otras empresas podrían hacer uso de ella para vender sus propios productos que, por norma general, serán de peor calidad, con lo que la compañía sufrirá un de
Una marca puede influir de forma determinante en el éxito de un producto o servicio dentro del mercado. Por este motivo, es de vital importancia ofrecerle una buena protección. Con el registro de una marca no solo se accede a esta protección, sino que, además, es la mejor forma de diferenciar su oferta comercial del resto de competidores
El registro de una marca otorga a las organizaciones empresariales el exclusivo derecho a impedir que otras empresas comercialicen productos u ofrezcan servicios idénticos o parecidos bajo la misma marca o con un nombre tan parecido que preste a confusión entre los potenciales clientes. Un servicio que se puede asimilar a lo que ocurre con las patentes.
Y es que, si la empresa no registra la marca con la que trabaja y se está haciendo un hueco en el mercado, otras empresas podrían hacer uso de ella para vender sus propios productos que, por norma general, serán de peor calidad, con lo que la compañía sufrirá un deterioro en su imagen, además de importantes pérdidas económicas.
Beneficios de la protección de la marca
La primera y principal ventaja de realizar un registro de una marca, según la propia Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), es, como se ha indicado al principio de este artículo, la diferenciación que se consigue de la competencia y la facultad que le otorga a la empresa que ha registrado la marca a impedir que otros comercialicen productos similares a los suyos o que se use una marca difícil de diferenciar, con tendencia a provocar confusión entre el público.
Además de garantizar que los consumidores sean capaces de distinguir los productos y que las empresas puedan diferenciarlos, también significa un importante instrumento de comercialización que facilita una proyección positiva de la imagen y la reputación de la empresa.
Por otra parte, puede ser objeto de concesión de licencias y proporcionar una fuente directa de ingresos a través de regalías, representar un factor determinante en los acuerdos de franquicia. Puede considerarse un importante activo comercial e incita a las empresas a invertir en el mantenimiento o la mejora de la calidad del producto. Y, por supuesto, son muy útiles para obtener financiación.
Qué tener en cuenta para el registro de una marca
El registro de una marca puede llevarse a cabo con la ayuda de una agencia especializada como iGERENT, que ofrece servicios de propiedad intelectual a nivel global. Aunque sea una empresa profesional como la referenciada la que realice las gestiones, el empresario deberá tener en cuenta una serie de consideraciones cuando llega el momento de realizar este registro.
Diferencias entre marca, nombre comercial y denominación social
La diferencia entre nombre comercial y marca es que esta es el símbolo que identifica el producto o servicio que ofrece una empresa en el mercado. La denominación social es el nombre jurídico de la empresa, que puede o no coincidir con el nombre comercial. En relación al nombre comercial, hay que decir que no representa un producto o servicio, sino que sirve para identificar las actividades que desarrolla la empresa en el mercado.
Elegir el nombre
Hay que saber diferenciar qué es lo que más interesa o se relaciona mejor con la empresa, teniendo en cuenta si es una marca, un nombre comercial o una denominación social.
En definitiva, un nombre de marca no es más que palabras, números, imágenes, símbolos? solos o combinados, con los que se identifica un producto o un servicio determinado. Cuanto más corta la palabra o sencilla sea la combinación, mejor, pues lo que se tiene que conseguir es que sea fácil de recordar y relacionar con la oferta de la empresa.
Asegurarse de que no está ya registrada
El nombre de la marca no se puede usar si no está disponible. Esto se sabe accediendo a la base de datos con la que cuenta la oficina de Patentes y Marcas y que realizan empresas como la mencionada iGERENT.
El registro de una marca en España
El primer paso para cumplir legalmente con el registro de una marca es la presentación de una solicitud, conocida como formulario de solicitud de Registro de Marca, en el que se van a definir los datos que identificaran a la marca. También se procederá a aportar información del solicitante y del representante.
Después habrá que proceder al pago de las tasas, tanto si se hace a través de una agencia, de forma presencial o a través de internet. Este pago se puede realizar en los Centros Regionales de información de propiedad industrial de las comunidades autónomas o en las oficinas de correos. Estos documentos deben ir acompañados forzosamente por una autorización del representante si tuviera lugar a ello.
El siguiente paso será la revisión de los documentos; si se incumple en algún punto la ley, se ven afectados los derechos de otras personas o se incurra en un error, se determinará un periodo para que se pueda modificar la demanda.