Ciudad Rodrigo podría tener en breve un Obispo que en 2021 se haría cargo también de Salamanca

La marcha en dos tiempos de Raúl Berzosa de la Diócesis de Ciudad Rodrigo (en junio de 2018 de forma física y en enero de 2019 de forma administrativa) ha vuelto a reabrir el temor a la supresión de la Diócesis Civitatense, una posibilidad que siempre ha estado en el horizonte al ser la más pequeña de toda España. De hecho, en las últimas décadas ha habido varios casos de uniones en España, debido al tamaño de alguna de las Diócesis involucradas.

Por ejemplo, en los años 80 se produjeron las uniones de las Diócesis de Pamplona y Tudela por un lado, y Teruel y Albarracín por otro. En estos casos, se establecieron nuevas denominaciones que engloban a ambas Diócesis: Archidiócesis de Pamplona y Tudela, y Diócesis de Teruel y Albarracín, respectivamente. La Santa Sede denomina a este tipo de uniones Aeque principaliter, ya que los territorios dejan de ser independientes, pero conservan su 'personalidad', sin que haya sometimiento de una a otra.

Otro modelo diferente de 'unión' diocesana es el de in persona Episcopi, cuando un mismo prelado es nombrado Obispo de dos diócesis diferentes. Este caso ocurre en España desde el 2003, cuando el Papa Juan Pablo II nombró a una misma persona para que se hiciera cargo tanto de la Diócesis de Huesca como de la de Jaca. En este caso, ambas son independientes una de la otra, compartiendo únicamente el Obispo.

Teniendo en cuenta, por ejemplo, que la Diócesis de Jaca cuenta con una superficie mayor y más habitantes que la de Ciudad Rodrigo, El Vaticano hizo incluso en 2011 un movimiento poco frecuente al nombrar Obispo Civitatense a Raúl Berzosa el mismo día que se anunciaba la marcha de Atilano Rodríguez a Sigüenza-Guadalajara, para así evitar especulaciones en el territorio diocesano (que sí las hubo, y bastante fuertes, antes de la llegada de Atilano Rodríguez).

Con la salida de Berzosa, ha vuelto a reaparecer el fantasma de la unión, que desde la Diócesis de Ciudad Rodrigo intentaron disipar asegurando que la institución no se va a suprimir, aunque de momento no tenga Obispo (se acumulan ya 13 meses sin prelado en Ciudad Rodrigo, 8 de ellos de forma oficial, tras presentar Berzosa al Papa Francisco su renuncia a continuar en el cargo).

Sin embargo, una de las personas de España que mejor información vaticana maneja ha vuelto a poner sobre la mesa en los últimos días la opción de una unión a 'corto' plazo de la Diócesis de Ciudad Rodrigo con la de Salamanca. Concretamente, en el popular blog La Cigüeña de la Torre, su autor ha dado a conocer una serie de consideraciones en torno a la provincia eclesiástica de Valladolid a partir de lo que le ha transmitido "un amigo romano".

En torno a la Diócesis de Ciudad Rodrigo, lo que se apunta es que la intención del Vaticano es nombrar "en breve" un nuevo Obispo, pero habría 'truco', ya que en 2021 esta misma persona pasaría a ser también Obispo de Salamanca (siguiendo el modelo de Huesca y Jaca, donde una persona es Obispo de dos lugares). La fecha de 2021 es muy significativa, ya que en noviembre de 2020 el actual Obispo de Salamanca, Carlos López, alcanzará la edad de jubilación eclesiástica, lo que implica que debe dejar el cargo.

El autor de La Cigüeña de la Torre califica esta 'jugada' como un "engañabobos" para Ciudad Rodrigo: "no hacen al Obispo de Salamanca también Obispo de Ciudad Rodrigo [lo cual se entiende que sería aún peor visto por los civitatenses], sino al de ésta sede, Obispo de Salamanca. Pues, qué bien. Lo mismo me da que me da lo mismo". Hay que apuntar que, dentro de la provincia eclesiástica de Valladolid, también está vacante desde el pasado viernes el Obispado de Zamora por el fallecimiento de su titular.