Olé-Olé retorna a la Feria en una novedosa franja dentro de una mañana con varias rutas a...
Los boxes del recinto ferial están llenos este año, mientras que por el riesgo de lluvia solo han acudido la mitad de los artesanos inscritos
Lamentablemente, la lluvia no ha esquivado la Feria del Caballo 2019, pero al menos, en lo que al bloque matinal del sábado se refiere, ha sido bastante benévola, ya que llovió a primera hora de la mañana (las últimas gotas cayeron sobre las 11.00 horas) y no volvió a hacerlo hasta la hora de comer (sobre las 14.45 horas).
De este modo, la programación matinal se pudo desarrollar con cierta normalidad, salvo la ruta a caballo que se tenía que haber puesto en marcha en Aldea del Obispo. Según comentó posteriormente el delegado de Ferias ganaderas Ramón Sastre, en el momento previsto para el arranque de la Feria llovía bastante, con lo cual no pudieron salir. Por el contrario, sí se pusieron algunos caballistas en marcha un rato más tarde en Gallegos de Argañán (aunque menos que en años anteriores).
Tras una larga noche para algunos (que no estuvo exenta de alguna pelea en la carpa ante la que tuvieron que intervenir las fuerzas de seguridad), el movimiento por el recinto ferial del Polígono Industrial de Los Chabarcones comenzó a las 11.00 horas. Justo en los primeros minutos de apertura, tuvo lugar la habitual visita institucional de la Corporación Municipal encabezada por el alcalde Marcos Iglesias.
En declaraciones a los medios de comunicación, Marcos Iglesias quiso resaltar el "esfuerzo que está realizando el Ayuntamiento" con esta Feria, que se ha convertido "en una fiesta". En torno al global de las ferias ganaderas, señaló que "son muy importantes en la comarca, que es eminentemente rural, y esta Feria es un punto central para este sector", por lo que este año "se le ha querido dar visibilidad", presentándola con antelación y promocionándola en Salamaq.
Asimismo, quiso remarcar el "gran esfuerzo" hecho para atraer caballos, consiguiéndose este año llenar los boxes del recinto hasta totalizar 87 equinos. En el momento de su visita, había algunos boxes libres reservados a los participantes en la ruta a caballo procedente de Gallegos así como en los participantes en la Marcha Ecuestre Histórica Ruta Wellington y Los Lanceros de Don Julián Sánchez 'El Charro' que tuvo lugar a última hora de la mañana.
En lo que respecta a esta Ruta, debido al riesgo de lluvia, contó con pocos participantes. Su punto de arranque fue el Centro Receptor de Visitantes, donde se dieron cita alrededor de una decena de caballistas (entre ellos José Ramón Cid Cebrián, ideólogo de la actividad), que fueron recibiendo indicaciones de Verónica Marcos, de la Asociación de Guías Oficiales Turísticos de Ciudad Rodrigo, entidad que ha colaborado de forma desinteresada con la actividad.
Esta Marcha urbana, que fue encabezada en varios tramos por la Policía Local, concluyó en el Polígono de Los Chabarcones, donde los caballistas pudieron reponer fuerzas. En lo que se refiere a las actividades matinales del Polígono, destacó la actuación del Grupo Olé-Olé, que ha regresado a la Feria tras estar ausente los dos años anteriores. Esta vuelta se produjo en una novedosa franja, en el tramo final de la mañana, que se ha habilitado este año para actuaciones para darle ambiente a la carpa. El Grupo contó con el apoyo del Coro Candela.
Como es habitual, la Feria del Caballo cuenta con el complemento de una Feria de Artesanía y Agroalimentación, que este año se ha visto seriamente afectada por las malas previsiones meteorológicas, de tal modo que de la veintena de artesanos apuntados a la Feria, solo ha acudido la mitad.