Los alumnos de 2º de Bachillerato del Seminario llegan al final de su “navegación”

El largo carrusel de graduaciones que se ha vivido durante las últimas semanas en Ciudad Rodrigo con alumnos de Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos tuvo su último capítulo cronológicamente hablando en el Seminario Diocesano San Cayetano, que despidió por todo lo alto en la mañana del viernes a los 5 alumnos que han cursado este año 2º de Bachillerato en el centro.

El lugar escogido para la ceremonia fue el patio del primer claustro, donde se dieron cita todos los alumnos, unos cuantos familiares (durante la mañana del viernes habían acudido a recoger las notas de los alumnos, que han sido "bastante buenas, mejor de lo que esperábamos", según señalaron los responsables del Seminario), los profesores y los formadores.

El rector del Seminario, Juan Carlos Sánchez, fue el encargado de abrir este acto de "final de navegación" para los alumnos de 2º de Bachillerato, resaltando los objetivos que tiene presentes el Seminario en su formación: "el que esté aquí tiene que aprender a ser un buen ciudadano, el que salga de aquí tiene que ser un buen cristiano, y deben estar abiertos a la vocación sacerdotal".

El encargado de realizar el discurso principal de la despedida fue uno de los profesores de los alumnos, Antonio Risueño, quién expresó que se había sentido "bien con vosotros en el claroscuro de la vida". Risueño indicó que durante estos años "se os ha dotado de la espiritualidad, que propicia a las personas una auténtica y sana libertad", exhortando a los alumnos a que "no pongáis el acento en lo que termináis; lanzaros al futuro".

Asimismo, pidió que "Dios reparta la suerte y las cornás, que no le toquen todas al mismo", y les deseó "trabajo, optimismo, ilusión, y compromiso hasta la locura, solo las personas comprometidas haréis cosas grandes".

A continuación, llegó el momento de la imposición a los 5 alumnos de las becas de graduados y de regalarles un libro del Papa Francisco, antes de que fueran los propios graduados los que tomasen la palabra, para, por un lado, mostrar su agradecimiento a los formadores ("un pilar fundamental"), a los profesores, a sus antiguos compañeros, al resto de alumnos, al personal del Seminario, o al rector Juan Carlos Sánchez, "por haberse portado como un padre durante nuestra etapa de seminaristas".

Según señalaron los alumnos, el paso por el centro "nos ha aportado muchas cosas personales y académicas, pero sobre todo hemos forjado grandes amistades que perdurarán toda la vida", destacando el "compañerismo que nos caracteriza; hemos compartido muchos momentos juntos, buenos y malos", mencionando por ejemplo los numerosos viajes realizados. Por último, señalaron que "tendremos muy presente todo lo aprendido en el Seminario estos años", animando a otros jóvenes a que acudan al centro.

La ceremonia se remató con música, con varias piezas interpretadas por alumnos con la compañía de profesores empleando el piano y flautas. Para rematar la graduación, la mañana y el curso, todos los presentes disfrutaron de un aperitivo, recordando que el Seminario tendrá una gran cita el día de San Cayetano, el 7 de agosto, jornada para la cual están organizando una gran fiesta que incluirá un tentadero y una verbena nocturna.