Los salmantinos pagan casi 5 euros más por llenar el depósito de gasolina y 8 euros el de...

Los precios de los carburantes siguen al alza y, al parecer, de manera imparable, porque llenar el depósito de gasolina o gasóleo resulta cada vez más caro. Así, esta semana en la provincia de Salamanca el precio de la gasolina ya se ha situado en 1,308 euros/litro, según los datos del Geoportal de Hidrocarburos del Ministerio para la Transición Ecológica, 9 céntimos más por litro que hace un año (1,219 por litro en abril de 2018).

Un mayor coste para el bolsillo del ciudadano y que, en el caso de Salamanca, se traduce en que llenar un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta 71,94 euros, casi 5 euros más que hace un año; mientras que en el caso del gasóleo asciende a 70,67 euros, algo más de 8 euros más que hace un año. En el caso del gasóleo A la subida del precio ha sido incluyo mayor que la gasolina, ya que en Salamanca ha pasado de los 1,136 euros/litro en abril del año pasado a los 1,285 euros/litro que ha llegado a marcar en esta segunda semana de mayo.

El precio de los carburantes se mantiene al alza desde principios de año. Así, en Salamanca, el precio medio de la gasolina arrancó en 1,20 euros/litro, mientras que el gasóleo lo hizo en una media de 1,116 euros/litro.

Impuesto al consumo de hidrocarburos

La nueva fiscalidad que, desde el pasado 1 de enero (aunque aprobado en los Presupuestos Generales de 2018), grava el consumo de hidrocarburos ha tenido un impacto directo en los precios, tal y como constatan los datos de la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores). Este nuevo gravamen, denominado 'tipo especial' y que se aplica por igual en todas las comunidades autónomas, integra los dos tramos del antiguo Impuesto de Ventas Minoristas de Determinados Hidrocarburos (IVMDH) en un único impuesto (el 'tramo autonómico' que oscilaba entre cero y 4,8 céntimos de euro/ litro) y el 'tramo estatal' (2,4 céntimos de euro/ litro). Este nuevo gravamen se elevó a 7,2 céntimos de euro por litro.

La primera consecuencia ha sido el aumento de los precios de los carburantes. La segunda, que en comunidades en las que se aplicaba un 'tramo autonómico' igual a cero, como era el caso de Castilla y León, el precio se incrementó debido al cambio impositivo.