El Ciudad Rodrigo Senior da una alegría a su sufrida afición ganando al colista... por la mínima ...

El equipo Senior del Ciudad Rodrigo logró en la tarde del domingo su segunda victoria consecutiva, algo que parece 'sencillo' viendo el plantel del conjunto mirobrigense, pero que se les ha atragantado por completo este curso, siendo únicamente la segunda ocasión que lo consiguen (la anterior fue entre noviembre y diciembre, al ganar en dos semanas seguidas al Betis y al Villaralbo).

En esta ocasión, tras haber ganado la semana pasada fuera de casa al Hergar Camelot Helmántica, la visita del colista, el Ejido -que aún no ha ganado en lo que va de 2019- parecía la ocasión propicia para volver a lograr esa miniracha de victorias. Sin embargo, una vez más a la afición del Francisco Mateos le tocó 'sufrir' en los compases finales, en los que tantos puntos se han ido ya este curso.

Este sufrimiento final fue debido principalmente a que el Ciudad Rodrigo, teniendo en cuenta quién era su rival, jugó a un ritmo ciertamente 'tranquilo', siendo consciente de que los goles tarde o temprano iban a caer. Lo cierto es que los goles cayeron, pero un poco 'tarde' y además solo se pudieron sumar dos.

Eso hizo que un tanto del Ejido cuando quedaban 5 minutos (y el descuento) para el final hiciese saltar todas las alarmas viendo el historial local. Por fortuna, la poca pólvora ofensiva del Ejido no dio más sobresaltos y por fin los mirobrigenses pudieron celebrar una victoria con su afición, algo que no conseguían desde hace ya dos meses (el 13 de enero, cuando ganaron a otro equipo leonés, el Onzonilla).

Como decíamos más arriba, el Ciudad Rodrigo fue el que dominó la mayor parte del partido, asumiendo mucho balón, pero esta posesión tenía lugar principalmente en el centro del campo, ya que el Ejido apostaba por tener las líneas muy adelantadas, aunque el Ciudad Rodrigo lograba con fluidez presentarse arriba.

Desde el arranque, el Ciudad Rodrigo ya lo probó, siendo el primero en intentarlo Edu Sánchez, con un par de ocasiones en los minutos iniciales que se marcharon fuera (la segunda de ellas por poco). Posteriormente, lo intentó Manu Blanco, con una llegada al área que dio paso a un remate forzado que atrapó el guardameta. Entre medias, Pepo tuvo que salir a despejar el balón, en una de las acciones con las que intentó sorprender (a la contra o con balones en largo) el Ejido.

Posteriormente fue turno para las primeras faltas botadas por Sergi desde 3/4 de campo: una se marchó muy alta, mientras que la otra la mandó el portero a córner rozando además el palo. Precisamente, el primer gol del Ciudad Rodrigo también llegó en una falta botada por Sergi, pero antes de ello los mirobrigenses tuvieron tres ocasiones muy claras.

En el 31', Héctor hizo un saque de banda en largo que peinó Manu González, apareciendo Dani de Frutos desde atrás para hacer un remate de cabeza que se encontró el portero cuando iba a gol. En el 35', una recuperación de Dani Crespo dio paso a una jugada un poco liosa que finalizó Manu González con un tiro dentro del área que envió altísimo. Y en el 40', Héctor hizo otro saque de banda, rematando de primeras de cabeza Dani de Frutos, que vio como el portero logró despejar el balón en la línea de gol.

Parecía que el Ciudad Rodrigo se iba a tener que ir al descanso con 0-0, pero en el último momento cayó el primer gol. Fue en una falta botada por Sergi cerca del pico derecho del área que fue hacia el borde del área pequeña, donde David Risueño le dio de forma forzada con el pie, realizando el balón una extraña parábola que parecía que se iba fuera pero cayó en picado dentro.

Ese gol dio otro ánimo al Ciudad Rodrigo para la segunda parte, que arrancó con otra falta para Sergi cerca de la frontal que se marchó alta. El 2-0 apenas tardó en caer 6 minutos de este período, llevando la firma de Manu González, quién batió al portero del Ejido con un tiro cruzado.

Con 2-0 en el marcador, 'todo' parecía visto para sentencia, porque además el Ciudad Rodrigo continuó generando peligro de forma periódica, aunque sin atinar. En este sentido, en el 55', Sergi botó una falta más al borde del área que en este caso el guardameta mandó a una mano a córner. Y en el 63', Manu González se fue por la banda poniéndole un centro a Edu Sánchez, que remató, sacándole el balón el portero.

El partido se fue poco a poco durmiendo en un largo descontar de minutos hasta que, a 5 minutos para el final, el Ejido hizo despertar a todo el mundo al marcar, aprovechando un balón que no había conseguido despejar Risueño. Pese a estar como colista, el Ejido ha sacado varios empates en sus últimas visitas, con lo cual se podía temer cualquier cosa en el suspiro final. Para alegría de la parroquia mirobrigense, los locales consiguieron contener la situación, no viviéndose ningún gran susto antes del pitido final.