Primera patata caliente para el nuevo presidente de las Cortes
Lo normal es que para lo que queda de Legislatura autonómica, el vicepresidente primero de las Cortes, Ramiro Ruíz Medrano, veterano político que siempre ha primado el diálogo a la crispación, hubiera continuado presidiendo las Cortes hasta la constitución del nuevo Parlamento electo en los comicios del próximo 26 de mayo. Pero se ve que, velando por su salud, el bueno de Ramiro ha preferido ahorrarse la tensión política que puede imperar en la Cámara durante el mes y pico que falta para su disolución, periodo en el que están programadas dos sesiones plenarias y se vislumbran turbulencias en la renacida comisión de investigación sobre la trama eólica, la Perla Negra, el fantasmal polígono de Portillo y otros pufos asociados a la anterior consejería de Economía.
El caso es que el PP ha decidido proponer como nuevo presidente a Ángel Ibáñez, procurador burgalés y uno de los portavoces adjuntos del grupo parlamentarios popular. Sin llegar a formar parte de la selecta guardia de corps de Alfonso Fernández Mañueco (el cuarteto Viñarás/De la Hoz/Vázquez/Lacallle, por este orden), Ibañez pertenece, junto a la zamorana Isabel Blanco y al rehabilitado Fernández Santiago, al círculo de confianza del presidente autonómico del PP (no así los otros tres "liberados" que completan la dirección del grupo parlamentario, el salmantino Salvador Cruz, la berciana Mar González Pereda y el segoviano Juan José Sanz Vitorio, este último el anterior portavoz).
Al margen de tener que lidiar con la apretada agenda parlamentaria de las próximas semanas, en cuanto sea elegido presidente de la Cámara Ibañez va a encontrarse con una primera patata caliente, cual es qué hacer con los cargos de libre designación nombrados durante el mandato de Silvia Clemente. Uno de ellos, el jefe de Prensa, Raúl Rodríguez, se ha ido a la vez que ella, incorporándose al equipo con el que la ex presidenta de las Cortes afronta la campaña de las elecciones primarias convocadas por Ciudadanos.
Pero quedan en expectativa de lo que les depare el destino el Jefe del Gabinete de la Presidencia, Enrique Gilarranz; el jefe de Protocolo, Javier Nieto; y la directora de la secretaria general de las Instituciones Autonómicas, María Jesús Pascual, todos ellos, al igual que el asesor Jesús María Gómez, personas de confianza de Clemente durante su etapa en la consejería de Agricultura. Otro ex alto cargo de dicha consejería, el que fuera secretario general, Juan Zapatero, es el director de la Fundación Villalar, si bien su status es muy diferente, ya que su sustitución requiere el acuerdo por mayoría cualificada del pleno del Patronato, en el que el PP está en minoría.
Y a lo que va a estar muy atento "El topillo" es a la cobertura de la vacante que se ha producido en la Diputación Permanente de las Cortes, no vaya a ser que el PP tenga la tentación de marcarse un "barberá" preventivo. Se me antojan en concreto dos procuradores, ambos con cargo público relevante, interesados en mantener el aforamiento en evitación de que determinados juzgados ordinarios instructores de sonoras causas sobre corrupción puedan citarles a declarar en plena precampaña de las próximas elecciones municipales.
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