Emotivo encuentro de cerca de 150 antiguos alumnos del Colegio Misioneras

Continuando con los actos de celebración de sus 50 años de existencia, el Colegio Misioneras de la Providencia de Ciudad Rodrigo está desarrollando durante este frío sábado de febrero un encuentro de antiguos alumnos, en el que se han dado cita exactamente 142 personas, pertenecientes a (casi) todas las generaciones que han pasado a lo largo de este medio siglo por el Colegio, incluido en su primera sede en la calle Madrid.

La jornada ?que continúa a la hora de publicarse esta información, primera hora de la tarde del sábado- está presidida por las emociones: por el reencuentro con antiguos compañeros que ahora viven fuera de Ciudad Rodrigo, por volver a recorrer las aulas donde fueron a clase y descubrir cómo han cambiado, y por aflorar los propios recuerdos de su estancia en las mismas.

Asimismo, también supuso una sensación especial (se pudo escuchar un "se me han puesto los pelos de punta") cuando se hizo sonar la antigua campana 'de mano' con la cual se marcaba la entrada y salida de las clases. Precisamente, tras hacer sonar esa campana comenzó oficialmente el encuentro en la mañana del sábado en el ahora colorido patio del Colegio. Allí se distribuyó a los asistentes en 2 grupos (nacidos hasta 1975 y de ahí en adelante) para hacer un tour por el propio Centro.

Durante el mismo, hubo tiempo para descubrir cómo han cambiado las dependencias (sentándose algunos en los pupitres ?incluso se pusieron los babis de los actuales alumnos-), para tomar un aperitivo en el comedor y para ver una exposición de fotografías antiguas que el Colegio ha ido recopilando en los últimos meses, que causaron un gran impacto a las alumnas más veteranas.

Esas fotografías también fueron proyectadas en un par de vídeos especiales. Junto a ellos se visionó el mensaje enviado por la Hermana Meri, una de las pioneras del Colegio, que por motivos de salud no ha podido acudir. Dentro de ese tour se incluyó asimismo un photocall en el patio del Colegio, donde se fueron haciendo fotos todos los asistentes por generaciones, además de otras grupales.

Con un notable retraso producto de tantos recuerdos, todos los presentes se dirigieron a la Iglesia de San Pedro-San Isidoro para asistir a una Eucaristía, que fue presidida por el sacerdote Andrés Bajo (capellán del Colegio entre 1975 y 1999). Tras la misma, se puso rumbo al Hotel Conde Rodrigo I, para disfrutar todos juntos de un cóctel festivo.