Los scouts hacen un balance muy positivo de su participación en la Roverweek de Griébal

Un grupo de 18 integrantes de la Unidad de Pioneros del Grupo Scout Kennedy tomaron parte entre el 11 y el 18 de agosto en la Roverweek, un campo de voluntariado juvenil en Griébal (Huesca), un pueblo abandonado en el Pirineo aragonés que se quiere transformar en un Centro Scout Internacional.

Allí coincidieron con integrantes del Grupo Scout Manitoba 232 de Valladolid y Flor de Lis 598 de Cádiz, trabajando juntos en la construcción de un puente de madera, una portada o construcción rústica, y el desbroce de varios barrancos y caminos para evitar el riesgo de desbordamiento e incendios forestales.

Para poder tomar parte en esa experiencia, los jóvenes mirobrigenses, de entre 14 y 17 años, trabajaron en la búsqueda de financiación, convirtiéndose en hombres-anuncio luciendo los logotipos de casi 50 empresas patrocinadoras. Además, ganaron el 1º Premio del Concurso de stands del Martes Mayor.

Para cerrar este proyecto, la semana pasada hicieron una sesión de evaluación en La Pesquera, mostrando su satisfacción por todo el trabajo realizado. Según aseguran desde el Grupo Scout, lo más importante ha sido la experiencia que han vivido y el aprendizaje en los valores que marca esta etapa del escultismo: el compromiso personal, el servicio a los demás, el esfuerzo sin esperar recompensa y el trabajo en equipo.