La Virgen de los Remedios recorre las calles de San Cristóbal en el Día de la Madre

El barrio de San Cristóbal de Ciudad Rodrigo vivió en la mañana del domingo uno de sus momentos más especiales de todo el año a nivel religioso, con la procesión por las calles del barrio de Nuestra Señora la Virgen de los Remedios, que siempre sale a procesionar el primer domingo del mes de mayo, coincidiendo con la celebración del Día de la Madre.

Esta procesión es el culmen de la novena que se ha celebrado en la Parroquia todas las tardes desde el pasado sábado 28 de abril, excepto el domingo de la semana pasada y este mismo. Concretamente, esta semana la última sesión de la novena se desarrolló a la conclusión de la habitual misa dominical de las 11.30 horas, presidida al igual que el resto de actos por el párroco Rafael Caño.

Precisamente, el hecho de que la novena se hiciese a continuación de la misa hizo que unos cuantos fieles 'desaparecieran' de cara a la procesión, que eso sí, tuvo unos cuantos espectadores: las personas que estaban sentadas en las terrazas de los bares que hay en las calles San Cristóbal, Lorenza Iglesias y Laguna.

Una vez se salió de esa última calle, se tomó la Avenida de Béjar, y posteriormente la calle Cárcabas para regresar por la calle San Cristóbal hacia la Parroquia. Por cierto, que el tránsito por las calles fue controlado por fieles de la propia Parroquia, que se encargaron de desviar los vehículos en aquellos puntos donde fue necesario.

En ese recorrido callejero (bajo un sol radiante y con altas temperaturas), la Virgen fue escoltada como es tradición por 4 mayordomas, que este año fueron Pilar Corchete, Candi Corchete, Pepi Sánchez y María Jesús Sánchez, que portaron unas cintas blancas que colgaban de las andas de la Virgen.

De regreso al templo, y antes de introducir la imagen, se cantó la Salve. Una vez en el interior, fue turno para las fotos de familia tanto de las mayordomas como de unas cuantas fieles más. Finalizada esa sesión fotográfica, todos los presentes pasaron al salón parroquial, donde las mayordomas ofrecieron un convite para cerrar tanto la mañana como el ciclo de actos festivos en honor a la Virgen de los Remedios.