Algunas curiosidades sobre la marihuana que quizás no conocías y su seguridad en tratamientos...

Recientemente se está hablando mucho sobre la marihuana y su uso medicinal, sobre todo desde que la OMS lanzase un informe en el que asegura que esta planta podría utilizarse para contrarrestar y mitigar dolores y molestias de determinadas enfermedades, no siendo en este sentido adictiva y no debiendo considerarse, por tanto, como una droga. Aún así, la controversia y la polémica sigue vigente para una planta que a lo largo de la historia ha cosechado tanto seguidores como detractores.

Por este motivo, este artículo, lejos de centrarse en avivar ese fuego que arde alrededor del cannabis, sus semillas y si su cultivo o venta debería estar permitido o no, o si debería comercializarse, como las semillas de marihuana critical o semillas critical, solo bajo un riguroso control, va solo a relatar ciertas curiosidades sobre esta planta que quizás no conocías y que pueden resultar interesantes al lector.

Sus matices legales, consideraciones terapéuticas o como droga ilegal, es algo que no nos incumbe que para eso ya están las autoridades competentes, tanto en materia de salud como en materia de estupefacientes.

Curiosidades sobre el cannabis que pocos conocen

Como decimos, no es nueva toda esta polémica alrededor de la plata de la marihuana, ya desde hace mucho tiempo, la marihuana ha levantado una gran diversidad de opiniones. Sin embargo, ¿qué sabemos realmente del cannabis?

Pues, como estamos seguros de que mucho menos de lo que creemos en un principio, en este artículo vamos a revelar algunas curiosidades que tenemos la certeza de que no dejarán a nadie indiferente.

Empezaremos con nuestra lista de curiosidades diciendo que durante la II Guerra Mundial, el cannabis fue utilizado por los soldados como suero de la verdad. De este modo, en los interrogatorios se daba una gran cantidad de marihuana a los soldados enemigos presos para conseguir que desvelasen determinada información.

Tal vez el dato de que la marihuana aumenta el apetito si sea conocido por los lectores, pero lo que no es un conocimiento tan extendido es que ese repentino aumento es algo que se puede demostrar científico y, por lo tanto, 100% real, no la autosugestión psicológica que muchos pretenden asegurar. La explicación se basa en que la leptina, que es la hormona que controla la saciedad, es engañada cuando consumimos cannabis por los receptores del THC, simulando que tenemos hambre.

Aunque es ahora cuando se está retomando el tema del uso del cannabis medicinal con bastante fuerza, lo cierto es que el uso de la planta de la marihuana en medicina no es nada nuevo, y hasta 1942, los médicos recetaban marihuana como medicina natural para mitigar los dolores del parto. De hecho, aún en la actualidad, hay muchas mujeres que usan el cannabis para atenuar los dolores menstruales

Ya alrededor de 1900, el gobierno de Estados Unidos cultivó marihuana en la ribera del río Potomac para así estudiar los valores medicinales del cannabis y el mismo presidente, George Washington, plantaba marihuana en el patio de su casa.

El mejor abono para la marihuana es el guano, que es el nombre popular que se le da a los excrementos de murciélago y el aceite de cannabis es el alimento más rico en ácidos grasos omega-3 que se conoce hasta el momento, por lo que muchos científicos se preguntan si podría llegar a ser una solución eficaz para bajar el colesterol.

Seguridad del cannabis medicinal; los pacientes españoles exigen una regularización en el consumo con fines terapéuticos

Como hemos visto, entre las curiosidades que presenta esta polémica planta, debemos considerar la información y tener en cuenta, con especial interés, aquella que vierte la comunidad científica y médica, que afirma que puede tratar con éxito ciertas dolencias y que tiene muy pocos efectos secundarios, no más de los que tiene cualquier otro medicamento.

En este sentido, Cantabria se une a las cinco comunidades españolas que ya luchan por regular el uso terapéutico del cannabis, y es que se calcula que hay cerca de 50.000 enfermos en España que se ven forzados a consumirlo en la clandestinidad.

Desde el centro médico Mayo Clinic, y que puedes acceder a su web a través de este enlace, se sigue de cerca los posibles tratamientos en relación al tema de la seguridad del cannabis medicinal y de la marihuana medicinal recetada. Es una página que nos relata cómo está la situación de la marihuana medicinal en los Estados Unidos en la actualidad, y también nos habla de las enfermedades que puede tratar y los efectos secundarios que vienen acompañados de su consumo, con lo que resulta una información sumamente útil para despejar algunas incógnitas más alrededor de esta planta.

Queda suficientemente claro, por tanto, que aunque su uso pueda recomendarse bajo un estricto control y con prescripción facultativa, lejos queda la afirmación de que la marihuana se trate de una planta inocua y que su valor medicinal no deja de ser una característica en pacientes que padecen algún tipo de dolencia o enfermedad, pero nunca un valor para los individuos que gozan de salud.

De hecho, siguiendo con los datos vertidos por los estudios médicos, está demostrado que sobre todo en consumidores jóvenes, donde su cerebro se está aún desarrollando, se producen cambios a nivel cognitivo que no pueden ser obviados dando total libertad a la comercialización de esta planta y tratándola de forma banal.

Estos informes recientes, incluidos el de la OMS, siempre hablan de un entorno muy concreto, el de su uso medicinal como paliativo, pero nunca entran en defender su consumo lúdico y mucho menos abusivo. Queda en manos de las autoridades competentes, por tanto, regular su consumo para que pueda llegar a utilizarse como un medicamento, con sus efectos secundarios como tantos otros, y siempre bajo un estricto control para que resulte seguro.

Y es que a pesar de lo que las tendencias de new wave quieran inducirnos a pensar, la realidad es que el consumo abusivo, no medicinal, de los cannabinoides, inducen a trastornos psicológicos más o menos graves como la ansiedad, distintos niveles de depresión, estados de pánico y de psicosis, alteraciones de la conducta, síndrome de la abstinencia.