Los pueblos salmantinos con más encanto

La provincia de Salamanca es la entrada a pueblos ricos en biodiversidad y cuya arquitectura medieval preserva las huellas de la historia. Niumba, el portal de alquileres vacacionales de TripAdvisor, ha realizado una selección de los pueblos salmantinos con más encanto, entre los que figuran La Alberca, Ledesma, Candelario, Ciudad Rodrigo, Alba de Tormes, Sequeros, El Cabaco o Villanueva del Conde.

La Alberca

La villa salmantina parece ajena al tiempo. Por sus calles laberínticas se encuentran casas señoriales de piedra y, al atardecer, se pasea cantando "la moza de ánimas". La Plaza Mayor es el centro de encuentro de lugareños y turistas, y, muy cerca, te encontrarás la iglesia de la Asunción. Si visitas La Alberca en el segundo semestre ―y corres con suerte―, verás vagar al marrano de San Antón, un cerdo que dejan suelto para, luego, rifarlo en enero.

Candelario

En las faldas de la sierra descansa este pueblo de casas blancas con "batipuertas" -unos peculiares medios portones de madera que evitaban que entraran los animales- y de tradición chacinera. Sus cumbres nevadas -con más de 2.000 metros de altura-, las regaderas, sus senderos y sus bosques lo convierten en un destino ideal para cualquier estación del año. La joya de Candelario es el museo La Casa Chacinera, lugar que guarda el secreto del que fue el chorizo más deseado de España.

Montemayor del Río

Se llega a Montemayor por el puente que atraviesa el río Cuerpo del Hombre. En este pueblo, donde abundan los castaños, vibra la era medieval. Su población se despliega en torno a la iglesia románica y al castillo de San Vicente, en el cual se encuentran piezas del Medioevo expuestas. En lo alto de esta construcción, podrás apreciar las estrategias defensivas de su fortificación y el encanto del pueblo.

Mogarraz

Al sur de Salamanca, un puñado de casas narra la historia de un pueblo medieval y de sus habitantes: son las fachadas de Mogarraz, en las que se ven retratos de los antepasados de sus habitantes y dinteles con epigramas sobre la fe y tiempos pasados. Descubre sus 14 fuentes, la torre campanil -que data del siglo XVII- y la Casa de las Artesanías, por las que el pueblo se ha hecho famoso en España.

Ciudad Rodrigo

Ciudad Rodrigo es un museo al aire libre de palacios, casas señoriales y monumentos religiosos. Sus estilos arquitectónicos son variados: está el románico y el gótico, de la Catedral de Santa María; el gótico-plateresco, del Palacio de Montarco, y formas particulares, como la de la Casa de los Vásquez, cuya estructura en piedra imita la de un barco. El Castillo de Enrique II encierra el encanto del pueblo, y muchos recomiendan admirar el atardecer desde sus jardines.

Béjar

A 970 metros de altura, Béjar se exhibe a través de sus monumentos. Recorriendo las murallas, se divisa su entorno y se visitan las puertas más importantes de la fortificación. Si estás en la plaza Mayor, verás el Palacio Ducal, en cuyo patio renacentista sigue vivo el siglo XVI; en una de sus torres está la Cámara Oscura, desde donde se contempla el pueblo. En el Museo de la Industria Textil te enterarás de la tradición fabril bejarana.

Miranda del Castañar

Del castillo amurallado, en lo alto de una loma, se desprende esta población de la Sierra de Francia. Las casas con entramados de madera y las callejuelas de piedra hacen que se respire un aire medieval en Miranda del Castañar. Su plaza de toros cuadrangular, que data de 1711, es famosa por ser la más antigua de España.

Alba de Tormes

De la mano de los duques de Alba y Santa Teresa de Jesús, esta villa desarrolló una rica cultura junto a la ribera del río Tormes. El Castillo de los Duques es una de sus paradas obligadas, con una sencilla fachada y un interior fastuoso. La basílica de Santa Teresa, el Museo Carmelitano y la iglesia de la Anunciación -donde se encuentra el sepulcro de Santa Teresa- son otras joyas de Alba de Tormes.

Ledesma

A la orilla del río Tormes, detrás de las murallas del castillo, se resguarda esta villa de iglesias y puentes. Conoce los misterios del pueblo en su centro de historia y realiza el paseo de Alonso Andrea, en el que disfrutarás de sus jardines y de impresionantes panorámicas del pueblo. Un consejo: recorre el famoso Puente Mocho mientras degustas las codiciadas rosquillas de Ledesma.

Villanueva del Conde

Olivos, viñas y cerezos rodean Villanueva del Conde, una urbanización fortificada en forma de manzana. Sus tradicionales huertas se han convertido en atractivo turístico. La iglesia parroquial y la ermita del Humilladero te transportarán siglos atrás. Para relajarte, está la piscina natural que se encuentra sobre el río San Benito.

San Martín del Castañar

Alrededor de 200 habitantes le dan vida a esta villa de fachadas blasonadas y arquitectura serrana. En su castillo podrás visitar la torre del homenaje, cuya cúspide es un mirador. Por sus calles encontrarás vestigios de una época romana, como la calzada y el puente que sirven de entrada al parque de San Martín del Castañar.

El Cabaco

Si eres un apasionado del turismo rural, te encantará este paraje al sur de Salamanca. Desde allí se sube a la Peña de Francia, la cual hospeda el Santuario de la Virgen y es el lugar ideal para deslumbrarse con los paisajes de la sierra. A las afueras de El Cabaco, cuentas con rutas señalizadas que te adentrarán en el entorno. Visita también la zona arqueológica Las Cavenes y el convento El Zarzoso.

Cantalapiedra

A poco más de 50 kilómetros de la capital, se encuentra la que fue sede episcopal en el siglo XIII. La iglesia de Santa María del Castillo es la joya del pueblo, por su arquitectura, que combina los estilos románico y mudéjar. Otros puntos de interés de Cantalapiedra son la Torre del Deán y la plaza del Girón, con su particular estructura triangular.

Sequeros

Enclavado entre bosques, el Mirador de la Sierra es tierra de balcones; desde allí se aprecian asombrosas vistas de la provincia. Caminar por sus calles estrechas y sus casas balconadas es el encanto de Sequeros. No te pierdas el santuario de Nuestra Señora del Robledo, un templo en el que la naturaleza es la protagonista.